Cartas al director

Estados Unidos y la Unesco

En EL PAIS de fecha 29 de diciembre pasado, y en la sección Internacional, aparece la noticia del anuncio por parte del embajador de Estados Unidos en la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Jean Gerard, de la decisión de la Casa Blanca de abandonar dicha organización mundial, a la que acusa de antiamericanismo, hecho que constituye en sí una vergonzante autoconfesión del escaso crédito que la política norteamericana actual goza en la opinión y en la conciencia de los dirigentes políticos de diferentes países de nuestro planeta. Bien es verdad que e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En EL PAIS de fecha 29 de diciembre pasado, y en la sección Internacional, aparece la noticia del anuncio por parte del embajador de Estados Unidos en la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Jean Gerard, de la decisión de la Casa Blanca de abandonar dicha organización mundial, a la que acusa de antiamericanismo, hecho que constituye en sí una vergonzante autoconfesión del escaso crédito que la política norteamericana actual goza en la opinión y en la conciencia de los dirigentes políticos de diferentes países de nuestro planeta. Bien es verdad que el dinero posee el mágico poder de obligar a prostituirse a ciertos personajes políticos; ejemplo, el servilismo en que se ven sometidas las economías de ciertos países europeos al "becerro de oro norteamericano", al que están encadenados económicamente, con el olvido más absoluto de la dignidad nacional, de su independencia política y a veces de sus más imperiosas y legítimas aspiraciones, sacrificadas a intereses extraños a los del propio país.Esta decisión de EE UU constituye un boomerang que se revuelve contra la cabeza del que dirige la acción.

Si analizamos en su más profundo contexto la noticia, observaremos que ella constituye en sí una vaga esperanza de que aún queda un pequeño resto de dignidad en ciertas personas que se resisten a aceptar las conductas y resoluciones de ciertos países, por poderosos e influyentes que éstos sean./

Pasa a la página 10

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En