Los donostiarras que obtuvieron el tercer premio prefieren mantener el anonimato

Los afortunados ganadores de los 60 millones de pesetas correspondientes a una serie del tercer premio de la lotería de Navidad, que se vendió en San Sebastián, han preferido mantener el anonimato. El premio fue distribuido por la administración más veterana de la ciudad, la número dos, situada en el bulevar donostiarra, que regenta María Pilar Arrúe, la cuarta generación de una familia propietaria desde hace 95 años.El número premiado, el 42.812, es uno de los números a los que se encuentra abonada esta administración. Dos de los jugadores afortunados lo adquirían semanalmente desde hace más ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los afortunados ganadores de los 60 millones de pesetas correspondientes a una serie del tercer premio de la lotería de Navidad, que se vendió en San Sebastián, han preferido mantener el anonimato. El premio fue distribuido por la administración más veterana de la ciudad, la número dos, situada en el bulevar donostiarra, que regenta María Pilar Arrúe, la cuarta generación de una familia propietaria desde hace 95 años.El número premiado, el 42.812, es uno de los números a los que se encuentra abonada esta administración. Dos de los jugadores afortunados lo adquirían semanalmente desde hace más de 18 años. Los dos abonados son un hombre y una mujer, jubilados ambos, a cada uno de los cuales han correspondido seis millones de pesetas. Los encargados de la administración se negaron a facilitar sus nombres por considerar que este dato pertenece al secreto profesional. Los abonados a estos décimos habían maniféstado su deseo de no ser reconocidos en caso de que les correspondiera algún premio.

Tampoco fue posible conocer la identidad del único jugador que había adquirido dos décimos de la serie, al que correspondieron 12 millones de pesetas. Se trata también de un abonado que compra participaciones para todos los sorteos semanales en la administración citada, aunque no sólo del número premiado. El afortunado tenía, según comentó a los vendedores, los dos décimos muy repartidos entre toda su familia.

Sólo la casualidad posibilitó conocer la identidad de uno de los donostiarras premiados. Se trata de Mercedes Sagastume, una hernaniarra de 79 años, muy aficionada a la lotería y que este año se empeñó en adquirir un número que comenzara por 42. Los seis millones de pesetas que le han correspondido los distribuirá entre sus tres hijas, una de las cuales fue asedíada por los informadores cuando acudió a la administración, ayer por la mañana, para confirmar que el suyo era el número cantado por los niños del colegio de San Ildefonso.

Archivado En