Cuatro muertos en atentados contra las Embajadas de EE UU y Francia, una refinería y tres edificios públicos en Kuwait

Seis espectaculares atentados se registraron en la mañana de ayer en Kuwait contra las Embajadas de Estados Unidos y Francia -los dos países pilares de la fuerza multinacional. destacada en Líbano- y contra algunos edificios públicos kuwaitíes, incluida una importante refinería. El número de víctimas asciende, según el último balance provisional, a cuatro muertos y 37 heridos de diversa consideración, pero podría haber sido mucho más elevado si las bombas de gas cargadas en el camión que forzó la verja de la Embajada norteamericana hubiesen estallado a consecuencia de la primera explosión, seg...

Seis espectaculares atentados se registraron en la mañana de ayer en Kuwait contra las Embajadas de Estados Unidos y Francia -los dos países pilares de la fuerza multinacional. destacada en Líbano- y contra algunos edificios públicos kuwaitíes, incluida una importante refinería. El número de víctimas asciende, según el último balance provisional, a cuatro muertos y 37 heridos de diversa consideración, pero podría haber sido mucho más elevado si las bombas de gas cargadas en el camión que forzó la verja de la Embajada norteamericana hubiesen estallado a consecuencia de la primera explosión, según explicó Daud Suleimán, director de la agencia de prensa kuwaití, Kuna.

Una misteriosa organización denominada Jihad Islámica (Guerra Santa Islámica) asumió en una llamada telefónica a la delegación de la agencia France Presse en Beirut la autoría de los seis atentados, como también reivindicó en su día ,la voladura de tres acuartelamientos -norteamericano, francés e israelí- en Líbano, en la que murieron 327 soldados y 37 civiles libaneses y palestinos y la destrucción de la Embajada estadounidense en la capital libanesa en la que perecieron 63 personas, incluidos 17 ciudadanos norteamericanos entre los que figuraban los responsables de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para la región de Oriente Próximo. Es la primera vez, sin embargo, que esta organización reivindica una acción terrorista perpetrada fuera de Líbano.A las 9.40 horas de la mañana, hora local -7.40 horas en la España peninsular- un camión repleto de explosivos y bombonas de gas que circulaba a gran velocidad logró forzar las puertas de entrada del recinto donde se encuentran, en la capital kuwaití, la Embajada y el consulado de Estados Unidos, y el estallido de su carga provocó el derrumbamiento de la fachada del segundo edificio, de cuyos escombros fueron rescatados cuatro cadáveres y 14 heridos graves, según fuentes norteamericanas.

Todas las víctimas de esta explosión son empleados kuwaitíes de la representación diplomática o personas de diversas nacionalidades que hacían cola para obtener visados y sólo entre los heridos ligeros, que no han sido ingresados en centros hospitalarios, figuran ciudadanos norteamericanos.

Algunos testigos oculares de la explosión afirman haber visto al conductor del camión saltar de la cabina cuando el vehículo estaba aún en marcha, pero otras informaciones más fidedignas señalan que su cuerpo ha sido encontrado entre los cadáveres recuperados de los escombros.

El atentado de Kuwait ha sido ejecutado, atendiendo a esta última versión, de manera idéntica a los del 18 de abril contra la Embajada de EE UU en Beirut, del 23 de octubre contra acuartelamientos occidentales en la capital libanesa y del 4 de noviembre contra el cuartel general israelí en Tiro, en el sur de Líbano. Todas estas acciones fueron llevadas a cabo por conductores suicidas que perecieron en la explosión.

Los cinco otros atentados que se produjeron en Kuwait entre las 9.40 horas y las 11.10 horas, fueron realizados mediante la colocación de coches-bomba ante los objetivos elegidos y activados con un sistema de control remoto, según fuentes policiales. Después de los edificios de la representación estadounidense le tocó el turno a la Embajada de Francia, donde hubo que lamentar tres heridos y escasos daños materiales, a la torre de control del aeropuerto, que no fue cerrado al tráfico aéreo, a la refinería de Chueiba, a 40 kilómetros al sur de la capital, a un complejo residencial para técnicos norteamericanos, situado en la localidad de Bidaa, y a la sede de la compañía de aguas y electricidad.

Un séptimo y último atentado debía cerrar la serie de explosiones en cadena ante la oficina de inmigración en Kuwait, pero los explosivos colocados a bordo del vehículo aparcado ante este edificio público pudieron ser desactivados a tiempo por los artificieros de la policía. Para examinar la respuesta a la peor oleada de violencia sufrida por el Emirato de Kuwait desde su independencia, el Consejo de Ministros kuwaití celebró ayer una reunión urgente.