Tribuna:SPLEEN DE MADRID

El misil y lo sagrado

Hasta el señorito me envía novelas recomendadas para que las lea. Y yo qué sé del tema, amore. Jamás he escrito una novela. Y leo pocas y pocos (siempre a los mismos). Prefiero el ensayo, que se aprende más. Ahora me manda Jorge Herralde uno de sus grandes títulos, La violencia y lo sagrado, de René Girard, que está en ese nuevo pensamiento francés, en el que entra un poco de todo, como en la nueva cocina. Los franceses, cuando no tienen un gran genio que exportar al mundo, se inventan una escuela. El caso es no parar. Ahora andan con los, nuevos filósofos y la herencia up...

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Hasta el señorito me envía novelas recomendadas para que las lea. Y yo qué sé del tema, amore. Jamás he escrito una novela. Y leo pocas y pocos (siempre a los mismos). Prefiero el ensayo, que se aprende más. Ahora me manda Jorge Herralde uno de sus grandes títulos, La violencia y lo sagrado, de René Girard, que está en ese nuevo pensamiento francés, en el que entra un poco de todo, como en la nueva cocina. Los franceses, cuando no tienen un gran genio que exportar al mundo, se inventan una escuela. El caso es no parar. Ahora andan con los, nuevos filósofos y la herencia uperisada del 68, que viven todos en el campo, con sus niños, que son tan ricos, y publican en Gallimard. La televisión al Poder. Girard (excesivamente pegado a Freud, aunque sea para contradecirle) nos recuerda espléndidamente que la violencia viene a rubricar lo sagrado, en el mundo primitivo, y que lo sagrado sólo alcanza condición de tal mediante la violencia. Vieja etimología: mártir / testigo. Lo que pasa es que el misil que están sembrando para la próxima cosecha en Europa no es sagrado ni es testigo de nada, o sea, que no tiene ningún valor escatológico y es lo que a mí me molesta, mayormente, que vamos a ser masacrados sin ritual ni coñas. ¿A quién puede uno encomendarse? He pensado encomendarme paganamente a una mujer de Hollywood, por ejemplo Joan Collins, consagrada en el altarcito laico de la tele. La tribu occidental con informática requiere una víctima inocente, como desde hace siglos, y yo, que he pasado la otra tarde, completa, con Sara Mora, les aconsejo a Andropov / Reagan, esos dos ancianos siniestros, que le pongan a ella un misil dentro del tanga.Carmen Galán, mi remoto amor de Cáceres, se me enfada porque no la contesto. Carmen, amor, Marte está hoy más cerca que Cáceres (y en Marte se corre menos peligro). Con Carmen otra voy a la muestra de Tito Agnoli y otros grandes diseñadores italianos de moblaje y decoración.

-¿Pero no se dan ustedes cuenta de que están amueblando the day after?

-¡Chi cosa dicce il spagnolo!

No quieren enterarse. Adolfo Piñedo, me escribe cartas por las que veo que ahora es el que tiene más marcha en el pecé. Yo siempre he creído en Piñedo, y seguramente él lo sabe. Voy a Amigos de la Unesco (con peligro de que haya un misil en el chiscón de la portera) a homenajear a Bergamín. En Getafe, asimismo, siguen homenajeando a Miguel Bernández. La gloria está en la periferia. Nadie es profeta en su barrio, pero sí en cualquier barrio lejano y solo. Mañana, lunes, el Centro "Salmerón" homenajea a Lutero. Ya sabía el Generalísimo Parkinson de qué iba cuando hacía plazaorientalismo contra los masones. El ministro Solana me invita a la exposición del "Animal en el Arte Prehistórico / Contemporáneo". He mirado a ver y no está mi gata, Ada o el ardor. Lo cual que no voy. Estos psoes nunca se han portado bien conmigo. Ni un premio, ni un cargo, ni una distinción ni nada. Aquí los únicos que te agradecen ser un poco de izquierdas son los de derechas, que escriben de ti todos los días. El misil y lo sagrado. Los misfles, supremo autosacrificio de la tribu, llegan cuando ya nadie cree en lo sagrado. Valeriano Bozal ha descubierto a Goya en estos días. Pol Borrás Blancafort, de Barcelona, expone en Madrid su arte europeo. Qué lío. Es el que tiene más presente el diluvio que viene. Sara Navarro nos echa de cenar en el Palace. Chazjankel mete la marcha en Morasol, Rosa García nos viste de etiqueta para la incineración atómica. Jordi Pujol quiere venir, mediados de mes, al Club XXI, que será ya, para entonces, como los últimos días de Pompeya. Todos los colegios reflorecen de JRJ. Hemos vivido siglos entre la violencia y lo sagrado. Vamos a morir entre el misil y lo profano. Qué cosa más tonta.

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