Me quedo sorprendido

al leer el artículo de Maruja Torres, ya que esta buena señora (que por cierto se le da muy bien la tonadilla) está muy equivocada, y lo más grave es que confunde a la opinión pública. Paso a explicarme y no precisamente cantando.En San Cristóbal no hay racismo, pues estamos acostumbrados a vivir con gitanos desde hace mucho tiempo sin que haya habido problemas, ni ellos con nosotros ni nosotros con ellos, pues somos todos habitantes de un barrio que no nos importan ni la raza ni las costumbres de cada uno de sus miembros.

Estamos acostumbrados a que nos roben, nos arranquen medallas o ...

al leer el artículo de Maruja Torres, ya que esta buena señora (que por cierto se le da muy bien la tonadilla) está muy equivocada, y lo más grave es que confunde a la opinión pública. Paso a explicarme y no precisamente cantando.En San Cristóbal no hay racismo, pues estamos acostumbrados a vivir con gitanos desde hace mucho tiempo sin que haya habido problemas, ni ellos con nosotros ni nosotros con ellos, pues somos todos habitantes de un barrio que no nos importan ni la raza ni las costumbres de cada uno de sus miembros.

Estamos acostumbrados a que nos roben, nos arranquen medallas o nos den el clásico tirón del bolso, pero esto puede ser cualquier individuo, sin diferenciar razas. Lo que no estamos acostumbrados es a que una persona denuncie un robo y mujeres y hombres de la raza gitana le den una paliza casi de muerte. No condenamos por tanto a la raza gitana, sino a un grupo de gitanos que desde hace un año y algunos meses vienen sometiendo a un barrio a estos sucesos diariamente.

Es muy bonito hablar a 20 o 30 kilómetros de distancia, en un barrio donde no hay problemas de este tipo.

Yo le sugiero a esta señora que por un año cambiara su domicilio aquí y que mamara lo que es esto para después en sus artículos ser más objetiva. / y 40 firmas más.