La inversión crecerá algo este año, dando por terminado el deterioro que se inicio en 1975, según datos oficiales

La inversión ascenderá este año a 4,47 billones de pesetas, con un aumento real del 0,5% sobre el pasado ejercicio, según las últimas estimaciones oficiales. Una vez lograda esta mejora, donde ha tenido poca influencia el Estado -en las administraciones públicas habrá crecido sin precios el 1%, frente al 8,7% del año pasado-, el Gobierno pretende alcanzar un incremento medio del 6,6% al, 7,1% en cada uno de los tres años próximos. Si se confirman las cifras, que la patronal CEOE no considera posibles, se cortará el deteirioro sufrido a partir de 1975 en la formación bruta de capital, apenars i...

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La inversión ascenderá este año a 4,47 billones de pesetas, con un aumento real del 0,5% sobre el pasado ejercicio, según las últimas estimaciones oficiales. Una vez lograda esta mejora, donde ha tenido poca influencia el Estado -en las administraciones públicas habrá crecido sin precios el 1%, frente al 8,7% del año pasado-, el Gobierno pretende alcanzar un incremento medio del 6,6% al, 7,1% en cada uno de los tres años próximos. Si se confirman las cifras, que la patronal CEOE no considera posibles, se cortará el deteirioro sufrido a partir de 1975 en la formación bruta de capital, apenars interrumpido en 1980.

Las estimaciones oficiales, elaboradas por la Dirección General de Previsión, atribuyen la mejora al freno en la caída de la formación de capital fijo (edificios, máquinas, etcétera) y a un cierto aumento de las existencias de productos, que requieren también financiación. En principio, la Administración había previsto que la inversión total descendiera este año un 0,7%. Incluso después de verano, al presentar el programa económico a medio plazo, daba una caída del 0,5%.El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, ya anticipó, al presentar los presupuestos de 1984 al Congreso de Diputados, que "la inversión total, aunque no habrá podido recuperarse todavía, no caerá probablemente en 1983". Con las últimas estimaciones, la Administración ha rodeado de mayor confianza sus objetivos para los próximos tres años: que la inversión crezca entre el 4,5% y el 8%.

Segunda fase

La estrategia económica gubernamental se ha basado en alentar el consumo privado durante la primera parte del presente año, con objeto de cubrir capacidades productivas inutilizadas y hacer subir las existencias. Es lo que se ha observado en países como Estados Unidos, el Reino Unido o la República Federal de Alemania.

El Gobierno quiere ahora pasar a una segunda fase, más centrada en las exportaciones. Eri efecto, los impuestos y la moderación salarial prevista para los próximos años (6,5% en 1984 con inflación del 8%, luego otro 6,5% con precios al 7%, y en 1986 un 6%. con precios al 6%) reducirán el consumo interior, al tiempo que el consumo público se verá afectado por los propósitos de bajar el déficit.

Por ello, los aumentos perseguidos en la inversión discurren de forma paralela a las posibilidades de exportar, que a su vez se fian al incremento del comercio en los países industrializados. En años anter¡ores han empujado, sobre todo, los planes energéticos, de vivienda y de infraestructura pública, cuya potencia de arrastre se considera agotada en buena medida.

Si las exportaciones de los países industrializados crecen en los próximos años al 4,5%, se ha estimado que la inversión española podrá aumentar un 4,5% en 1984, un 7,8% en 1985 y un 7,6% en 1986.

Para asegurarlo, no se reforzarán, como en años anteriores, las inversiones públicas, que representan una mínima parte de la formación de capital. Se confía, sobre todo, en el efecto de la moderación salarial, la reducción de cotizaciones a los empresarios, una contención de los precios y de los tipos de interés, y el aumento de financiación.

Una vez descontados los 107.900 millones de pesetas para variación de existencias, de los 4,36 billones en que se estima la formación de capital fijo para el presente año sólo corresponderán a las administraciones públicas 554.000 millones. Ello significa que la inversión privada contendrá su descenso; en 1974 representaba un 22,3% del valor de la producción de bienes y servicios y ha caído paulatinamente, salvo una breve interrupción en 1980, hasta el 16,8%; entre tanto, la formación de capital público se ha movido en torno al 2% del producto.

Las estimaciones oficiales señalan que la formación de capital fijo en construcción habrá descendido este año el 1% en términos reales (hasta 2,89 billones de pesetas). Esta caída, causada en parte por la menor licitación pública, que mejoró un 1,4% el año pasado, puede haber sido compensada por el crecimiento real del 2,1% en la inversión en equipos (hasta 1,47 billones de pesetas).

Los datos anteriores contrastan con los presentados el pasado miércoles por la patronal CEOE, para quien la "inversión está cada vez más deprimida".

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