Un perro policía descubre en el aeropuerto de Barajas un alijo de 111 kilos de marihuana

El perro Nervo, del servicio antidrogas de la Guardia Civil, destinado en el aeropuerto de Barajas, detectó el pasado martes un alijo de 111 kilos de marihuana. La droga, que los traficantes intentaban introducir oculta en dos maletas, estaba envuelta en bolsas de plástico y cubierta tanto en el fondo como en la capa superior por una capa de pescado putrefacto para evitar que su olor fuera olfateado por los canes que inspeccionan todos los equipajes en el aeropuerto, según informaron ayer fuentes oficiales.

La Guardia Civil detuvo, como consecuencia del hallazgo de la marihuana, a tres ...

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El perro Nervo, del servicio antidrogas de la Guardia Civil, destinado en el aeropuerto de Barajas, detectó el pasado martes un alijo de 111 kilos de marihuana. La droga, que los traficantes intentaban introducir oculta en dos maletas, estaba envuelta en bolsas de plástico y cubierta tanto en el fondo como en la capa superior por una capa de pescado putrefacto para evitar que su olor fuera olfateado por los canes que inspeccionan todos los equipajes en el aeropuerto, según informaron ayer fuentes oficiales.

La Guardia Civil detuvo, como consecuencia del hallazgo de la marihuana, a tres ciudadanos congoleños y una mujer argelina. Se trata de Josep Jean Roman, de 27 años y de profesión mecánico; Dominique Itoua, comerciante, de 23 años; Louis Oba, de 21, y Zahara El Mehdaqui, de 24 años, camarera de un hotel de París.Los cuatro detenidos viajaban en un avión de la compañía portuguesa Tap desde Lisboa a Madrid. La marihuana, con un valor fiscal de 2.200.000 pesetas -aunque una vez en el mercado negro hubiera alcanzado un valor mucho más alto-, iba facturada a Zaragoza, desde donde, al parecer, seguiría rumbo a París.

Especializados

Cada perro pastor alemán de que dispone la Guardia Civil está especializado en elreconocimiento de una sóla sustancia estupefaciente. Los perros reciben entrenamiento en la Escuela de Adiestramiento que el citado cuerpo tiene en El Pardo, en las proximidades de Madrid.Según los responsables del entrenamiento de los canes, a los perros no se les da a probar la droga para que se habitúen a su consumo. El sistema consiste en dejar que los cachorros jueguen con pequeñas pelotas impregnadas de la sustancia en cuestión. De este modo, cuando el animal trabaja en un servicio, no está buscando un estupefaciente al que es adicto, sino el juguete de su infancia, y al buscarlo por el olor su olfato le lleva al alijo en poder de los traficantes.

Desde hace algunas semanas, la Policía Municipal madrileña también utiliza ocho de estos perros, entrenados por la Guardia Civil, algunos de los cuales son dedicados a impedir la actividad de los traficantes de drogas en los alrededores de los colegios.

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