Un presunto asesino, sometido a un examen de su sueño para ver si actuó inconscientemente

Jesús Domingo Escribano, un joven de 23 años recluido en la prisión provincial de Burgos como presunto autor del asesinato de una joven de 19 años, está siendo sometido en la residencia sanitaria de esa capital a un estudio encefalográfico del sueño, para averiguar si cometió el crimen inconscientemente. El resultado del examen médico puede conducir a una variación sustancial en la decisión final del juez.

Los estudios están encaminados a ratificar o rectificar la hipótesis de que Jesús Domingo -detenido el 17 de marzo como presunto autor del asesinato de la joven Teresa del Carmen ...

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Jesús Domingo Escribano, un joven de 23 años recluido en la prisión provincial de Burgos como presunto autor del asesinato de una joven de 19 años, está siendo sometido en la residencia sanitaria de esa capital a un estudio encefalográfico del sueño, para averiguar si cometió el crimen inconscientemente. El resultado del examen médico puede conducir a una variación sustancial en la decisión final del juez.

Los estudios están encaminados a ratificar o rectificar la hipótesis de que Jesús Domingo -detenido el 17 de marzo como presunto autor del asesinato de la joven Teresa del Carmen Cuesta, hallada en el arcén de una carretera con la cabeza destrozada y totalmente desnuda- cometió el crimen del que se declaró culpable, en un estado de epilepsia temporal, con lo que su responsabilidad sería prácticamente nula.La hipótesis fue barajada por José María Movilla, jefe de neurofisiología de la residencia sanitaria y perito médico en las diligencias que se siguen en este caso. Este doctor inició las investigaciones a raíz de los testimonios presentados por los conocidos de Jesús Domingo, que no podían dar crédito a que él hubiera cometido este asesinato; ante su personalidad no agresiva, y, sobre todo, por una frase del acusado que le llamó la atención al explorarle: "Cuando se hizo el silencio me dí cuenta de lo que había sucedido".

Este tipo de epilepsia que al parecer sufre el acusado, que no presenta síntomas convulsivos, puede ser perfectamente desconocida por el sujeto que la padece, y consiste en una especie de estado de inconsciencia -ausencias-, en el que, sin embargo, la persona actúa y puede realizar cualquier tipo de actividades.

Ante esta posible situación, el doctor Movilla, que reconoce que desde el punto de vista psiquiátrico el acusado es una persona normal, de personalidad pacífica y sin rasgos psicóticos, solicitó el juez que instruye el sumario el permiso para hacer le la práctica del encefalograma. La primera prueba se realizó hace cerca de un mes, y el resultado fue negativo. Pero se trató de lo que los especialistas llaman un trazado convencional, que dura 20 minutos en horas diurnas. Esta muestra resultó incompleta y, para confirmar o rechazar esa hipótesis, Jesús Domingo fue sometido en la noche del viernes a un estudio completo de todo el proceso del sueño.

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