Jumblat asegura que en Ginebra ya hay acuerdo para abordar el pacto israelo-libanés

Líbano es, según el texto aprobado ayer en el plenario de la Conferencia de Reconciliación Nacional que se celebra en Ginebra, un Estado soberano, independiente, libre, unido y árabe. Este último adjetivo equivale en la práctica a una ruptura con Israel y al alineamiento con la Liga Árabe.El problema del conflictivo acuerdo israelo-libanés del pasado mes de mayo ya está, pues, abiertamente planteado y según Walid Jumblat hay acuerdo para resolver la cuestión.

El presidente Amin Gemayel recibió el encargo del congreso de realizar una gira por varias capitales del mundo para acelerar la r...

Líbano es, según el texto aprobado ayer en el plenario de la Conferencia de Reconciliación Nacional que se celebra en Ginebra, un Estado soberano, independiente, libre, unido y árabe. Este último adjetivo equivale en la práctica a una ruptura con Israel y al alineamiento con la Liga Árabe.El problema del conflictivo acuerdo israelo-libanés del pasado mes de mayo ya está, pues, abiertamente planteado y según Walid Jumblat hay acuerdo para resolver la cuestión.

El presidente Amin Gemayel recibió el encargo del congreso de realizar una gira por varias capitales del mundo para acelerar la retirada israelí de territorio libanés.

Los contactos y las reuniones informales se multiplicaron ayer con un único objetivo: encontrar la fórmula del compromiso que satisfaga a todos. Baste decir que el presidente Amin Gemayel se entrevistó por la tarde, y al margen de la conferencia, con los representantes del Frente de Salvación Nacional, que lideran Walid Jumblat, Rachid Karamé y Soleiman Franjié y con el líder del chiita movimiento Amal, Nahib Berry.

Ésta era la primera vez que Gemayel se encontraba con los líderes de la oposición sin la presencia de sus aliados.

Las discusiones informales tienen como única finalidad preparar el terreno de un eventual acuerdo.

Como variantes, se ha propuesto confiar este espinoso problema a una comisión especial, mientras que otras delegaciones se inclinarían más bien por la congelación del acuerdo, a condición de poder modificarle después y hasta que un gobierno de unión nacional decida lo que debe hacer tanto en el plano político como en el militar.