El Ayuntamiento de Torrejón cobra una tasa que fue declarada ilegal en Valladolid
Un vecino de Torrejón de Ardoz cuyas iniciales son S. O. T., que reside en el barrio de las Veredillas, está estudiando la posibilidad de emprender acciones legales contra el Ayuntamiento a causa de la tasa municipal de prevención y extinción de incendios, que se cobra desde hace tres años al vecindario. Una tasa prácticamente idéntica fue declarada ilegal por la Audiencia Territorial de Valladolid, que falló a favor de un recurso presentado por la Cámara de. la Propiedad Urbana de dicha provincia (véase EL PAÍS del 26 de Octubre).La sentencia condenó al Ayuntamiento vallisoletano a devolver a...
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Un vecino de Torrejón de Ardoz cuyas iniciales son S. O. T., que reside en el barrio de las Veredillas, está estudiando la posibilidad de emprender acciones legales contra el Ayuntamiento a causa de la tasa municipal de prevención y extinción de incendios, que se cobra desde hace tres años al vecindario. Una tasa prácticamente idéntica fue declarada ilegal por la Audiencia Territorial de Valladolid, que falló a favor de un recurso presentado por la Cámara de. la Propiedad Urbana de dicha provincia (véase EL PAÍS del 26 de Octubre).La sentencia condenó al Ayuntamiento vallisoletano a devolver a los vecinos 37 millones de pesetas, cantidad recaudada desde que la tasa entró en vigor, en 1982.
El Ayuntamiento de Torrejón aprobó la aplicación de una tasa similar en un pleno celebrado el 18 de diciembre de 1980, según una moción presentada por el entonces concejal delegado de Hacienda y hoy alcalde, el socialista José Cruz de Frutos. La aprobación de la nueva tasa entró en vigor después de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, el 14 de enero de 1981.
Los propietarios de una vivienda de las muchas construidas en las nuevas urbanizaciones de Torrejón pagan unas 1.850 pesetas anuales por la tasa de prevención y extinción de incendios.
Fuentes municipales consultadas indicaron que la tasa se presentó a la aprobación por el pleno con el convencimiento de que no incurría en ilegalidad alguna.