¿La vuelta al mundo?

En el programa Paralelo, que Televisión Española emitió el pasado día 5 de, septiembre de 1983, se malinformaba por boca de un señor economista a los cansados e incondicionales telespectadores, lo cual puede ser alarmante por el malestar que puede crearse entre los diferentes colectivos de trabajadores españoles.Cuál sería mi sorpresa cuando a dicho señor se le ocurrió hacer un vuelo rasante criticón referente a las ventajas sociales que disfrutamos los trabajadores de Iberia (Líneas Aéreas de. España). Dichas ventajas consisten, según su despreocupado entendimiento, en los trabajadores...

En el programa Paralelo, que Televisión Española emitió el pasado día 5 de, septiembre de 1983, se malinformaba por boca de un señor economista a los cansados e incondicionales telespectadores, lo cual puede ser alarmante por el malestar que puede crearse entre los diferentes colectivos de trabajadores españoles.Cuál sería mi sorpresa cuando a dicho señor se le ocurrió hacer un vuelo rasante criticón referente a las ventajas sociales que disfrutamos los trabajadores de Iberia (Líneas Aéreas de. España). Dichas ventajas consisten, según su despreocupado entendimiento, en los trabajadores de Iberia, cada dos o tres años -eso sí, no se acordaba bien de la frecuencia el señor Tamames- se dan una vuelta al mundo, dada la gratuidad de. los billetes. Dicho señor da por sentado que Iberia corre con todos los gastos de manutención en la gira mundial de sus employés.

¡Pues no, fíjese usted!

Yo, trabajador, eso sí (afortunado viajero), con una antigüedad en la empresa de cuatro años, oficial de segunda con oficio (soldador), recién casado, con jornada de 40 horas semanales, sin piso propio y número de nómina 221.734, percibo 77.000 pesetas por mes, con unas retenciones de un 15%, que restan 19.200 pesetas (españolas); además, pagando un préstamo piadoso de 300.000 pesetas (españolas) al 9% de interés en cinco años, restan también 6.798 pesetas (españolas), con lo cual el líquido a percibir es de 51.181 aproximadamente; si a esto le seguimos restando los gastos lógicos de un hogar (teléfono, luz, comer, gas, etcétera), me quedan limpias, pero que muy limpias, para dar la vuelta al mundo (dicho por un señor economista), las ganas./