La economía 'negra' afecta ya a sectores de transformación avanzada en México

La economía sumergida o economía negra deja de ser algo coyuntural para convertirse en una forma de trabajo que tiende a normalizarse dentro de la sociedad capitalista, según dijo Lourdes Benería, profesora de Economía en Estados Unidos, en el seminario que sobre los países mediterráneos industrializados concluyó ayer en la Universidad Menéndez y Pelayo de Sitges. En un estudio realizado en el área de México quedó patente que no sólo la industria de la confección, sino sectores de transformación avanzados como el ensamblaje de juguetes, bobinas electrónicas, condensadores y la industria...

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La economía sumergida o economía negra deja de ser algo coyuntural para convertirse en una forma de trabajo que tiende a normalizarse dentro de la sociedad capitalista, según dijo Lourdes Benería, profesora de Economía en Estados Unidos, en el seminario que sobre los países mediterráneos industrializados concluyó ayer en la Universidad Menéndez y Pelayo de Sitges. En un estudio realizado en el área de México quedó patente que no sólo la industria de la confección, sino sectores de transformación avanzados como el ensamblaje de juguetes, bobinas electrónicas, condensadores y la industria del plástico, quedan ya dentro de su influencia.La profesora aseguró que las cifras de la economía sumergida se acercan al 30% del PNB y que sólo un cambio profundo de la economía permitiría acabar con ella.

Jacques Calvet y Fortín Iruzza, profesores de Economía de la universidad de Grenoble, señalaron que la industrialización no es un estado estable ni irreversible. "Una economía industrialízada puede desindustrializarse, esto no significa forzosamente que las industrias desaparezcan, más bien que están en un proceso de degradación. Esto es también una definición de crisis".

Martí Parellada, profesor adjunto de Estructura Económica en la universidad de Barcelona, justificó el actual auge de los estudios basados en el concepto de mediterraneidad como un resultado de la crisis. "En Barcelona se supera la cifra del 22% de parados. Esta es la tónica general, es lógico que haya un intento de buscar y sistematizar iniciativas", afirmó.

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