El acuerdo en el Congreso de EE UU permitirá la fabricación de la bomba de gas nervioso

Un acuerdo concretado entre la Cámara de Representantes y el Senado norteamericano permitirá al Pentágono la producción de la bomba de gas nervioso, con efectos paralizantes, cuya fabricación exigirá un presupuesto de 200.000 millones de dólares.El acuerdo comenzó a ser redactado el lunes por comisiones de ambas cámaras, después de las dos cruciales reuniones celebradas en el Congreso entre el 13 y 16 de junio, que arrojaron un empate, hasta que el vicepresidente, George Bush, tuvo que desempatar con su voto. La decisión dará fin a 14 años de demora en la producción de gas nervioso en Estados ...

Un acuerdo concretado entre la Cámara de Representantes y el Senado norteamericano permitirá al Pentágono la producción de la bomba de gas nervioso, con efectos paralizantes, cuya fabricación exigirá un presupuesto de 200.000 millones de dólares.El acuerdo comenzó a ser redactado el lunes por comisiones de ambas cámaras, después de las dos cruciales reuniones celebradas en el Congreso entre el 13 y 16 de junio, que arrojaron un empate, hasta que el vicepresidente, George Bush, tuvo que desempatar con su voto. La decisión dará fin a 14 años de demora en la producción de gas nervioso en Estados Unidos. Según las fuentes legislativas, se esperan las reuniones de la conferencia durante toda la semana, de modo que la autorización quede elaborada antes de que el Congreso suspenda sus reuniones por el verano.

Una vez sancionado por la conferencia, el proyecto pasará a consideración de Ronald Reagan. Fuentes de la Casa Blanca advirtieron que el presidente no pondrá objeciones al plan.

Fuentes del Pentágono informaron que se consultó al legislativo por un presupuesto de 18,1 millones de dólares iniciales para el inicio del proyecto para la producción del arma química.

Recientes pruebas hechas por el Pentágono de la bomba de gas nervioso demostraron que su nivel no es aún satisfactorio. El programa para producir armas químicas demandará un total de 1.000 millones de dólares. EE UU y la URSS tienen suscrito un protocolo desde 1925 que tiende hacia la eliminación de las armas químicas como elemento de ataque.