Portugal quiere marcar diferencias con España de cara a la Comunidad Econonuca Europea

Portugal quiere desligar su proceso de adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) del proceso español, según manifestaron ayer fuentes oficiales de Lisboa al iniciarse el viaje a París del ministro portugués de Negocios Extranjeros.Según dichas fuentes, el ministro Jaime Gama planteará a su homólogo francés, Claude Cheysson, a cuya invitación responde la visita, el deseo de que Portugal firme el protocolo de adhesión a las Comunidades Europeas en el primer semestre de 1984. La adhesión no entraría en vigor de todas formas, como en el caso español, hasta comienzos de 1986; pero con ...

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Portugal quiere desligar su proceso de adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) del proceso español, según manifestaron ayer fuentes oficiales de Lisboa al iniciarse el viaje a París del ministro portugués de Negocios Extranjeros.Según dichas fuentes, el ministro Jaime Gama planteará a su homólogo francés, Claude Cheysson, a cuya invitación responde la visita, el deseo de que Portugal firme el protocolo de adhesión a las Comunidades Europeas en el primer semestre de 1984. La adhesión no entraría en vigor de todas formas, como en el caso español, hasta comienzos de 1986; pero con ello Lisboa marcaría, como pretende, la diferenciación entre ambos procesos.

El ministro portugués expuso el tema del envío de remesas por parte de los emigrantes portugueses, obstaculizado por las autoridades francesas en el marco de sus medidas económicas.

Otro tema que será abordado en los contactos que mantendrán entre Jaime Gama y Claude Cheysson será la revisión de los acuerdos por los que Francia posee una estación de seguimiento de misiles en la isla de Flores, la más occidental del archipielago portugués de las Azores.

Francia ha pagado hasta ahora 1,5 millones de dólares, básicamente en mejora de la infraestructura de la propia isla, y las autoridades portuguesas desean una mayor contrapartida.

Drásticas medidas en otoño

En Lisboa, por otra parte, existe el convencimiento de que en otoño Portugal iniciará una etapa de auténtica austeridad, que se ha empezado a esbozar con las primeras medidas económicas del nuevo Gobierno. La hora en que los portugueses deberán realmente "apretarse el cinturón" llegará con el acuerdo que el país desea establecer con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para después del verano, según se comenta en círculos económicos de la capital portuguesa.

Una delegación portuguesa ha viajado a Washington para entregar al FMI las estadísticas actualizadas de las principales variables de la economía del país, y este mismo mes, directivos del organismo financiero internacional vendrán a Lisboa.

Las autoridades portuguesas desean firmar con el Fondo Monetario Internacional una "carta de intenciones" para el próximo otoño, que les servirá de aval y presentación en el mercado financiero exterior para recuperar la imagen perdida.

Portugal, recordaba hace unos días Walter Marques, ex secretario de Estado del Tesoro y actual administrador del banco emisor lusitano, ha agotado su capacidad de crédito y sólo podrá obtener préstamos en el exterior "comprometiendo su dignidad nacional".

Lisboa ya aplicó una terapia de estabilización, de acuerdo con el FMI, en 1978, pero las circunstancias han cambiado y ahora ese posible plan tendrá rasgos muy diferentes.

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