Cartas al director

Luminoso Vicent

¡Fabulosos todos los artículos de Manuel Vícent! Leyendo sus crónicas urbanas se recupera el placer de leer y se capta en toda su extensión el significado de ese placer. Vicent está consiguiendo por fin la rehabilitación del barroquismo literario y la reivindicación del gusto por la forma. Su perfeccionismo es una lección semanal de buen hacer. Vicent trae a las páginas de EL PAIS, a veces demasiado mesetarias y austeras, la dulzura de su cuna mediterránea y la luminosidad de sus orígenes. Una auténtica gozada.Si Unamuno dijo que a los levantinos -qué fea palabra- nos ahogaba la estética, ahor...

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¡Fabulosos todos los artículos de Manuel Vícent! Leyendo sus crónicas urbanas se recupera el placer de leer y se capta en toda su extensión el significado de ese placer. Vicent está consiguiendo por fin la rehabilitación del barroquismo literario y la reivindicación del gusto por la forma. Su perfeccionismo es una lección semanal de buen hacer. Vicent trae a las páginas de EL PAIS, a veces demasiado mesetarias y austeras, la dulzura de su cuna mediterránea y la luminosidad de sus orígenes. Una auténtica gozada.Si Unamuno dijo que a los levantinos -qué fea palabra- nos ahogaba la estética, ahora comprendería que no hay nada más bello que ahogarse -literariamente hablando, por supuesto- en un ancho y profundo mar de estética. Que siga Vicent por mucho tiempo. /

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