PRENSA

Ha muerto Andrea Rizzoli, ex propietario del 'Corriere della Sera' y un imperio editorial

Andrea Rizzoli, ex presidente del mayor editorial de este país, que lleya su apellido, ha muerto a los 69 años de edad en una dureza de Niza por insuficiencia cardíaca y pulmonar, pero sobre todo de amargura y desilusión.

Con Andrea Rizzoli se acaba la historia de otro de los grandes imperios económicos italianos. Y se acaba sin gloria. Más aun, con un final triste y lúgubre. La empresa Rizzoli, que controlaba más del 25% de la producción literaria de este país y era dueña del diario más importante, Corriere della Sera, hoy está en quiebra controlada.El gran artífice de este impe...

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Andrea Rizzoli, ex presidente del mayor editorial de este país, que lleya su apellido, ha muerto a los 69 años de edad en una dureza de Niza por insuficiencia cardíaca y pulmonar, pero sobre todo de amargura y desilusión.

Con Andrea Rizzoli se acaba la historia de otro de los grandes imperios económicos italianos. Y se acaba sin gloria. Más aun, con un final triste y lúgubre. La empresa Rizzoli, que controlaba más del 25% de la producción literaria de este país y era dueña del diario más importante, Corriere della Sera, hoy está en quiebra controlada.El gran artífice de este imperio había sido en realidad el padre de Andrea, Ángel Rizzoli. Y fue también él, como confiesan hoy todos los observadores, el culpable de la existencia triste y azarosa del hijo que acaba de morir. Era un padre con una personalidad tan fuerte que tuvo bajo control, hasta su muerte, en 1970, al único hijo varón y heredero, por tanto, de su imperio.

Se empeñó hasta los ojos comprando el diario Corriere della Sera. Y sus hijos, para poder mantener aquella aventura, han acabado comprometidos dentro de la logia masónica Propaganda 2 (P2), de Licio Gelli, e implicados en un escándalo financiero que los ha llevado a la cárcel. Y con ellos arrastraron al mismo padre, ya muy enfermo de diabetes, a un medio proceso judicial.

En 1978 había dejado todo su imperio a sus dos hijos, Ángel y Alberto. Y se retiró a su chalé en la Costa Azul. Allí le cogió la historia final de la detención de sus hijos y de la caída del imperio que su padre le había dejado y él había reforzado, aunque con paredes de arena. Todos dicen que al final ha vivido muy amargado. Solía decir: "Hoy los jóvenes crecen con una sola preocupación: qué esclavitud escoger".

El diario Corriere della Sera, que está en venta, ha escrito ayer que la historia de Andrea Rizzoli se asemeja mucho a la de Buddenbrook y confiesa que se trata en realidad de "una historia triste que obliga a meditar".

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