Operadores turísticos, cadenas extranjeras y empresarios españoles se disputan Hotasa

Más de una decena de hoteleros españoles, así como media docena de cadenas y operadores turísticos extranjeros, han expresado interés en los tres últimos meses por la compra de los 34 hoteles de Rumasa. Siendo Hotasa (Hoteles Agrupados, SA) la empresa más atractiva del holding en el momento de la reprivatización, por estar en un sector sano y arrojar beneficios, han surgido voces de influencia para que se demore y estudie con sumo cuidado su vuelta a manos privadas. La eventual dificultad de encontrar un comprador español que ofrezca suficientes garantías e impida trocear la sociedad abunda en...

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Más de una decena de hoteleros españoles, así como media docena de cadenas y operadores turísticos extranjeros, han expresado interés en los tres últimos meses por la compra de los 34 hoteles de Rumasa. Siendo Hotasa (Hoteles Agrupados, SA) la empresa más atractiva del holding en el momento de la reprivatización, por estar en un sector sano y arrojar beneficios, han surgido voces de influencia para que se demore y estudie con sumo cuidado su vuelta a manos privadas. La eventual dificultad de encontrar un comprador español que ofrezca suficientes garantías e impida trocear la sociedad abunda en este sentido. Pero los empresarios nacionales presionan y han advertido de posibles perjuicios por la venta a extranjeros.

Se han interesado por Hotasa, según fuentes informadas, las principales empresas turísticas españolas: la cadena Husa, fundada por Juan Gaspar; la de Hoteles Sol, que ha formado en una década Gabriel Escarré, y empresarios tan conocidos como Melía y Enrique Masó. Pero también otros hoteleros pequeños han expresado deseos de adquirir alguno de los establecimientos de Rumasa en su respectiva zona. Entre los candidatos extranjeros destaca la presencia de al menos tres empresas británicas: la Trust Houses, que recientemente compró el hotel Ritz de Madrid a Masó, y los operadores turísticos Intasun y Cosmos. Asimismo, ha trascendido el nombre de la cadena norteamericana Sheraton, probablemente en asociación con un grupo árabe, y el de un grupo francés.El interés de los hoteleros pequeños y medianos ha sido canalizado, fundamentalmente, por la agrupación de empresarios de zonas turísticas de España, Zontur. Jaime Cladera, presidente de ésta, ha confirmado que cursó recientemente una propuesta para que cada zona turística se quede con los hoteles de su demarcación. Añadió que han recibido garantías de reprivatiz ación, en gestiones realizadas a nivel de Gobierno. Y que el director general de Patrimonio del Estado, Javier del Moral, ha prometido avisar en el momento en que empiecen los trámites de venta.

Las ofertas de compra, unas veces expresadas en cartas de intenciones y otras en contactos verbales o telefónicos, han sido recibidas y elevadas o trasladadas a los administradores de Rumasa, las autoridades turísticas, el director general de Patrimonio o el propio ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones. En algún caso, el interesado se ha personado a través de representantes. Y varios sólo desean la gestión de toda o parte de la cadena, si bien estarían dispuestos a negociar otras fórmulas. También existe el ofertante que, según se cree, luego desearía revender.

Aunque las noticias disponibles apuntan a que con ninguno de los interesados se han iniciado todavía negociaciones, en medios del sector turístico se ha recogido la impresión de que la cadena de hoteles seguiría la fórmula de la enajenación directa, por las dificultades que entrañaría el concurso subasta. Pero ni es previsible que como pronto, las negociaciones empiecen hasta la aprobación del proyecto de ley de expropiación y la terminación del balance consolidado del grupo al 23 de febrero.

Prioridades en la reprivatización

Antes que Hotasa, los actuales responsables del holding prefieren empezar la reprivatización por las empresas más aisladas o independientes de Rumasa, en el orden financiero y de relaciones de compras y ventas. La impresión captada en medios gubernamentales es, igualmente, que se dará prioridad a las reprivatizaciones de sociedades en las que Rumasa tenía menos participación, así como de lasque no aparecían en el decreto-ley de expropiación. Si así fuera, las de alimentación, bebidas y artes gráficas serían las primeras. Las de vinos de Rioja y espumosos han despertado también gran atracción en sus respectivos sectores, sin conseguir tantas ofertas como en las de turismo.

El secretario general de Turismo, Ignacio Fuejo, ha reconocido a este periódico que, consultada su opinión, recomendó no trocear la cadena e ir con calma para acertar respecto al mejor futuro. "El país ha comprendido que era necesaria la expropiación", dijo Fuejo, "y no hay por qué dar símbolos". Agregó que, pese al retraso general, la contratación en los establecimientos de Rumasa va este año perfectamente. Datos proporcionados por los administradores del grupo indican que, durante los cuatro primeros meses del ejercicio, los ingresos de la cadena han crecido casi un 20% respecto a igual período de 1982, al tiempo que su índice de ocupación aumentó el 6,2%.

Otros círculos de influencia, allegados al Gobierno, han señalado que propugnan mantener Hotasa durante cierto tiempo, con el fin de compensar con su rentabilidad las pérdidas que habrán de ser cubiertas en todo el grupo.

El ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones ya hizo expresión pública de que la cadena no sería troceada. Además de este criterio, que parece se intentará aplicar en todas las operaciones de reprivatización, el Gobierno exigirá de los compradores solvencia, experiencia de gestión probada y cierta capacidad financiera. En igualdad de condiciones primarán los españoles sobre los extranjeros. Y podrá ser ponderado también si la venta a un determinado grupo constituye monopolio de hecho en el sector.

De estos criterios, el que más se echa en falta en los hoteleros españoles es la capacidad de gestión, e incluso la financiera. Por supuesto, ello no es compartido por los medios del sector que ha contrastado este periódico. Uno de los preguntados advirtió sobre el peligro que supondría, por ejemplo, vender Hotasa a un operador extranjero, quien podría seguir una política de precios bajos y no rentables que perjudicaran a la competencia española y favorecieran la permanencia de beneficios en el extranjero. El secretario general de Turismo rechazó este, razona miento, y aprovechó para expone sus dudas sobre la posibilidad de que algún operador esté en condiciones de ofertar, debido a la escasa dotación de capital con, que funcionan normalmente.

Toda una fauna en poder de 'la abeja'

Aunque todo parece avalar la hipótesis de que la inexistencia de negociaciones ha impedido la entrega de balances de Hotasa a alguno de los interesados, con la relación del valor de las inversiones y de los recursos propios más deudas, en diversos medios turísticos ha circulado la cifra de 35.000 40.000 millones de pesetas como orientativa del precio que podría ser puesto a la cadena.

De los 34 hoteles de Rumasa -una plantilla superior a los 4.00,0 trabajadores, más de 20.000 camas, facturación anual de 22.000 millones de pesetas, medio millón de metros construidos y otro tanto de jardines-, uno está en Miami (Estados Unidos) y 27 están situados en zonas turísticas. Todos éstos podrían tener eventuales ofertas de compra, individualizadas o por grupos.

Hotasa, prepiedad al 100% de Rumasa, estaba compuesta en realidad por una docena de empresas propietarias de hoteles. Indirectamente, a liravés de cinco filiales, varias de ellas inmobiliarias poseía dentro de la Rumasa sumergida (en este caso, el término no tiene connotaciones de ocultamiento, pues se conocía la propiedad, aunque no la forma) los grandes hoteles Rey Don Jaime, San Felipe, Los Dardinos, Corona de Aragón y Las,Alondras). Formaba parte también de la división de actividades turísticas del holding Viajes Internacional Expreso (99,66%, Rurriasa), que tiene pe queñas participaciones en otras cinco empresas (Club de Vacacio nes, Tiempo Libre, Pullmantur, Kaytel e Incotursa).

La mayor parte de los hoteles radican en Baleares: cinco en Mallorca (Chihuahuas, Mastines, Ca narios, Mirlos, Tordos), cuatro en Menorca (Cóndores, Gavilanes, Milanos, Pingüinos) y uno en Ibiza (Loros). En las islas C anarías hay otra media docena (Botánico, Dogos, Aguilas, Cristina, Tamarindos, Gorriones). Otras zonas con destacada presencia son la Costa del Sol (hotel y apartamentos Las Palomas, en Torremolinos, Patos, en Benalmádena) y Alicante (Dálmatas, Garzas, Ocas y Pelícanos). Madrid, Valencia, Sevilla, Logroño y Córdoba son las sedes de los establecimientos de ciudades no especializadas en turismo.

La gran mayoría son considerados rentables por los empresarios de la competencia. Les llama la atención en especial la imagen que aportaban al grupo y Ipueden aportarle a ellos. Su mantenimiento es calificado de extraordinario.

Sin embargo, hay algunos que se estiman en pérdidas, como San Felipe, Botánico y Cristina. Otros, sobre todo los de más reciente adquisición por Ruiz-Mateos, como el Macarena, de Sevilla, y el Corona de Aragón, de Zaragoza, parece que le costaron al holding de la abeja fuertes sumas, que en buena parte fueron aplazadas y todavía no han sido pagadas. Se habla de un coste de 2.500 millones para el Corona de Aragón, reconstruido por una empresa de Rumasa, y de 1.000 millones para el Macarena.

Estos casos se salen de la norma ya clásica en el sector de que, en pesetas de hace algunos años, el coste por cama no debe sobrepasar en torno a 1,3 millones para los hoteles de tres estrellas, dos para los de cuatro y cuatro para los de cinco estrellas.

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