Apertura de un expediente disciplinario a dos jueces de Barcelona

El Consejo del Poder Judicial ha decidido abrir un expediente disciplinario a los titulares de los juzgados números 2 y 6 de primera instancia de Barcelona por determinadas irregularidades en la designación de interventores, comisarios y depositarios de algunos procedimientos de suspensión de pagos y de quiebras. El Consejo del Poder Judicial acordó también trasladar la información de lo actuado al fiscal general del Estado por si pudiera apreciarse la existencia de delito. La decisión fue hecha pública ayer en una nota facilitada por el Consejo.

La investigación de estas supuestas irre...

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El Consejo del Poder Judicial ha decidido abrir un expediente disciplinario a los titulares de los juzgados números 2 y 6 de primera instancia de Barcelona por determinadas irregularidades en la designación de interventores, comisarios y depositarios de algunos procedimientos de suspensión de pagos y de quiebras. El Consejo del Poder Judicial acordó también trasladar la información de lo actuado al fiscal general del Estado por si pudiera apreciarse la existencia de delito. La decisión fue hecha pública ayer en una nota facilitada por el Consejo.

La investigación de estas supuestas irregularidades se inició el pasado mes de enero a raíz de un incendio que destruyó un almacén de muebles y de objetos procedentes de subastas y embargos, sito en el número 112 de la calle Badal, de Barcelona, propiedad de José María Humbert Rovira.Las primeras pesquisas judiciales, realizadas por la Guardia Civil, pusieron al descubierto que el fuego había sido provocado y que el autor material del siniestro podría haber sido un empleado del almacén, contra quien se decretó la orden de prisión incondicional, ingresando por ello en la Modelo.

El detenido, en su primera declaración ante el Juzgado de Instrucción número 1, negó los hechos reiteradamente y añadió no tener nada que ver con la compra de gasolina ordenada por el propietario del almacén. Las declaraciones de este empleado, electricista de profesión, fueron puestas en entredicho por las propias declaraciones de sus compañeros, algunos de los cuales aseguraron haber recibido tiempo atrás ofertas de dinero para que destruyeran el almacén.

Este rosario de acusaciones, la imposible localización de José María Humbert Rovira, que, al parecer, se encuentra en el extranjero, hizo que la Guardia Civil profundizara en el caso y descubriera un supuesto comercio ilegal de bienes, que, presuntamente, contaba con la complicidad de algunos funcionarios de la Administración de Justicia. Se inició, de esta manera, la instrucción de un segundo sumario dirigido por el Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona.

La investigación de las presuntas corrupciones se dirigió primero a determinados juzgados de distrito y posteriormente a otros de primera instancia en los que venía trabajando desde hacía tiempo el desaparecido José María Humbert Rovira.

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La investigación se inició a raíz de unos incendios en varios almacenes

Viene de la primera páginaPoco antes de las vacaciones de Semana Santa el grupo de estafas de la Guardia Civil, que investigaba el caso, creyó haber descubierto la presencia del empresario desaparecido en Andorra. Por un tiempo se abrió una negociación y se creyó posible que el comerciante barcelonés regresara a España y se enfrentara a las graves acusaciones vertidas contra él. Nada de esto ha sucedido hasta el momento y la investigación ha continuado centrándose endeterminados funcionarios de la Administración de Justicia, sin que por ello pueda presuponerse ningún tipo de responsabilidad criminal.

En medios allegados a la abogacía se asegura que en esta labor policial podrían haber participado de manera decisiva algunos de los ex empleados del almacén de la calle Badal, que se encontraban desde los últimos meses enfrentados con el propietario del comercio, y que por razones oscuras estarían dispuestos a poner al descubierto presuntas e hipotéticas irregularidades cometidas por el responsable del comercio

En los mismos medios judiciales se ha recordado también que este almacén de la calle Badal en su esquina con la calle de Andalucía fue pasto de las llamas dos años antes. En aquella anterior ocasión los vecinos de la zona insinuaron que el fuego había sido intencionado. Pero al margen de los siniestros acaecidos en la calle Badal se ha recordado que un tercer incendio destruyó un local similar de otro almacenista, radicado en la comarca del Baix Llobregat, y que este tipo de siniestros suele ser usual en locales en los que se carecen de medidas mínimas de seguridad.

Se afirma incluso que las investigaciones abiertas en su día en relación a estos diversos siniestros han permanecido hasta ahora archivadas.

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