Guerra y Verstrynge negocian una solución al Consejode RTVE, con el Tribunal Constitucional al fondo

El nombre de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que propone el PSOE -Francisco Tomás Valiente, Manuel DíazVelasco, Landelino Lavilla y Enrique Gimbernat- se puso ayer sobre la mesa de negociaciones entre el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y el secretario general de Alianza Popular (AP), Jorge Verstrynge, quienes, desde primera hora de la tarde, estuvieron reuniéndose en los pasillos del Congreso de los Diputados para desbloquear la renovación del Consejo de Administración del Ente Público Radiotelevisión española, según manifestaron a este periódico el secretario g...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El nombre de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que propone el PSOE -Francisco Tomás Valiente, Manuel DíazVelasco, Landelino Lavilla y Enrique Gimbernat- se puso ayer sobre la mesa de negociaciones entre el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y el secretario general de Alianza Popular (AP), Jorge Verstrynge, quienes, desde primera hora de la tarde, estuvieron reuniéndose en los pasillos del Congreso de los Diputados para desbloquear la renovación del Consejo de Administración del Ente Público Radiotelevisión española, según manifestaron a este periódico el secretario general para las Relaciones con las Cortes, el socialista Virgílio Zapatero, y el propio Verstrynge.

Se confirma de esta forma que la renovación de ambos organismos -el Tribunal Constitucional y el Consejo de Administración de RTVE- forma parte de un proceso global de negociación entre las dos fuerzas parlamentarias mayoritarias.Anoche, todo parecía indicar que los dos partidos mayoritarios estaban -tratando de Regar a un acuerdo sobre la renovación de los magistrados -a la que se oponían desde un principio los aliancistas-, tal vez cediendo alguno de estos cuatro nombres en favor de alguien mejor visto por el Grupo Popular. Si este acuerdo culmina con éxito, la Minoría Catalana habría obtenido un puesto en el Consejo de RTVE a cambio de nada.

Esta negociación, hasta el momento frustrada, se inició el pasado mes de noviembre, muy poco después de ser investido Felipe González presidente del Gobierno. Ambas renovaciones deben ser refrendadas por una votación más amplia que la mayoría simple que ya detenta el PSOE, concretamente los dos tercios de la Cámara para el Consejo de Administración de RTVE y los tres quintos para el Tribunal Constitucional.

Esta circunstancia aconsejaba que los candidatos de uno y otro organismo estuvieran previamente consensuados por las dos fuerzas políticas mayoritarias.

Si bien en el caso del Tribunal Constitucional el Grupo Socialista podría alcanzar los dos tercios de los votos de la Cámara, negociando las ocho papeletas que precisa entre algunos diputados del Grupo Mixto y otros de UCD, el PSOE se ha mostrado muy interesado desde el principio in obtener el respaldo del Grupo Popular, para no dar la sensación ante la opinión pública de que se estaba eligiendo a candidatos de partido, lo que pondría en entredicho la independencia del Tribunal Constitucional.

Las negociaciones se estaban desarrollando durante los últimos meses con normalidad y ambas fuerzas políticas llegaron a un acuerdo sobre la renovación del Consejo de RTVE, el primero a modificar según el calendario, pero vinculando a esta elección la de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Todo discurría sin complicaciones hasta que el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Miguel Herrero de Miñón, pactó en secreto con el líder de la Minoría Catalana, Miguel Roca, la concesión de uno de los consejeros del Grupo Popular en favor de los nacionalistas catalanes.

De esta manera, salió elegido Pere Artigas Fontcuberta, jefe de prensa de Convergencia i Unió, y todo parece indicar que el precio fue la abstención de los 12 diputados de la Minoría Catalana en el momento en que hubiera que renovar el Tribunal Constitucional, abstención que ponía en un serio aprieto al partido en el Gobierno.

El día 15, elección del consejero pendiente

Como ya se informó, Alfonso Guerra y el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Javier Saénz de Cosculluela, afirmaron darse cuenta en el último minuto de este doble pacto, al conocer el cargo político de Pere Artigas después de su elección en el Congreso, motivo por el cual los dirigentes socialistas rompieron el pacto, el pasado jueves, cuando el pleno del Senado iba a proceder a la votación de los otros cuatro consejeros de RTVE previamente consensuados entre AP y PSOE.

Tras tachar los socialistas el nombre de uno de los candidatos populares al Consejo, y consumar de esta manera la ruptura formal del pacto, la composición del Consejo de Administración de RTVE ha quedado en suspenso.

Los socialistas afirman que este organismo puede constituirse con solo 11 consejeros, y alegan que para tomar decisiones el Consejo de Administración solo necesita la presencia de la mayoría de sus miembros, no la de su totalidad.

Siguiendo este criterio, la Mesa del Senado, donde el PSOE es la fuerza hegemónica, dio ayer por válida la votación del pasado Jueves -previo informe favorable del letrado mayor de la Cámara alta- y fijó la elección del consejero duodécimo para el Pleno del próximo día 15 de junio.

Juan José Laborda, portavoz de los socialistas en el Senado, seguía ayer insistiendo en que la dimisión de Pere Artigas era condición necesaria para completar la composición del consejo iniciada con las dos votaciones anteriores.

El Grupo Popular, por el contrario, estima que la composición del Consejo de Administración de RTVE no puede llevarse a efecto hasta que los 12 miembros que lo integran hayan sido elegidos por el Parlamento, según consta en el Estatuto de RTVE.

Cuando la situación parecía haber entrado en un callejón sin salida, dada la firmeza de las posturas de ambas fuerzas políticas, ayer por la tarde, Alfonso Guerra y Jorge Verstrynge reanudaron las conversaciones en el Congreso de los Diputados.

Al parecer, los socialistas "se conformarían" con que Manuel Fraga reconociera públicamente que Pere Artigas era un consejero de Convergencial Unió, y no del Grupo Popular, como inicialmente se había pactado -con los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional como telón de fondo, para cuya renovación Guerra buscaba ayer el apoyo de AP-, hacer la vista gorda con la elección de Artigas y votar favorablemente el candidato de los populares en el Senado.

De confirmarse, esta fórmula no perjudicaría excesivamente a nadie y Convergencia i Unió se habría aprovechado de la pugna entre los dos grandes partidos para obtener, finalmente a cambio de nada, un puesto en el Consejo de Radiotelevisión.

En los pasillos

Después de más de cinco entrevistas entre pasillos, mientras en el interior del hemiciclo continuaban los debates sobre los Presupuestos Generales del Estado, Alfonso Guerra y Jorge Verstrynge no debieron lograr ningún acuerdo concreto sobre el tema, ya que ambos quedaron en seguir negociando la cuestión el próximo martes.

Al margen de todo ello, según versiones difundidas, ayer por la mañana en el Senado y por la tarde en el Congreso, Miguel Herrero habría pactado en secreto con Miguel Roca la inclusión de Pere Artigas, sin consentimiento ni conocimiento de Manuel Fraga. Sobre este tenia, Alfonso Guerra dijo textualmente la EL PAÍS: "Eso es seguro".

Verstrynge no quiso opinar sobre el asunto, y el principal afectado, Miguel Herrero, se limitó a recitar unos versos de San Juan de la Cruz: "Buscando mis amores iré por esos montes y riberas ni cogeré las flores / ni temeré las fieras / y pasaré los fuertes y fronteras".

Cuando terminó el recitado no quiso matizar quiénes eran las fieras, qué flores no iba a coger y qué fronteras podría pasar.

Sin embargo, el diputado de Alianza Popular Rodrigo Rato manifestó que el objetivo final de los socialistas al romper el pacto sobre los consejeros de RTVE era el de intentar implicar a Miguel Herrero de Miñón en una operación política poco clara, enfrentarlo con Manuel Fraga "e intentar quitarse de encima a un portavoz que les es tremendamente incómodo, como es el caso de Herrero".

Archivado En