Reportaje:

El 'dinero electrónico', una nueva forma de pago

La Caja de Ahorros de Navarra (CAN) es la primera entidad financiera española que se ha decidido a poner en práctica este servicio, que se añade a los ofrecidos dentro de su tarjeta propia, denominada Clave. Tras una etapa experimental de varios meses, el nuevo servicio se ofrece a todos los clientes de la caja que posean la tarjeta, así como a los comerciantes que tengan cuenta abierta en la entidad, que podrán poseer una tarjeta especial de comerciante que da derecho a servicios complementarios.El terminal de informática que la entidad financiera sitúa en los comercios, en régimen de alquile...

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La Caja de Ahorros de Navarra (CAN) es la primera entidad financiera española que se ha decidido a poner en práctica este servicio, que se añade a los ofrecidos dentro de su tarjeta propia, denominada Clave. Tras una etapa experimental de varios meses, el nuevo servicio se ofrece a todos los clientes de la caja que posean la tarjeta, así como a los comerciantes que tengan cuenta abierta en la entidad, que podrán poseer una tarjeta especial de comerciante que da derecho a servicios complementarios.El terminal de informática que la entidad financiera sitúa en los comercios, en régimen de alquiler, es, además, una sofisticada caja registradora, y se encuentra en conexión telefónica, por medio de la red especial de transmisión de datos de la Compañía Telefónica, con el ordenador central del banco. La CAN tiene ya instalados en los comercios de Pamplona cerca de un centenar de terminales TPV, fabricados por la empresa Nixdorf Computer, que hasta ahora venían funcionando como cajas registradoras.

Cuando un cliente desea adquirir un artículo por el sistema TPV da al dependiente su tarjeta Clave, que es leída por el TPV, y marca él mismo, en un pequeño teclado portátil, denominado teclado PINPAD, su número secreto. El terminal consulta el estado de la cuenta del cliente, verifica si existen fondos para la compra deseada, y transfiere la cantidad de dinero de que se trate de la cuenta del cliente a la cuenta del comerciante. La operación es muy simple e instantánea. Si no existen fondos, el terminal señala únicamente, en este primer sistema puesto en práctica en España, la imposibilidad de realizar la operación, sin especificar los motivos. En caso de caída de la línea telefónica, se ha previsto un crédito de hasta 10.000 pesetas por cliente. En caso de avería del terminal, está previsto proceder al cambio del aparato completo por otro en un plazo muy breve

Este modelo de TPV funciona también como registradora y control interno de venta, y se están desarrollando aplicaciones que permiten su utilización por el comerciante como terminal de consulta al ordenador del banco, hasta llegar a un nivel de home banking (el banco en casa). Para comercios de menor entidad y otras aplicaciones se piensa en la introducción de TPV más simples que cumplan primordialmente la. función de pago electrónico.

Este nuevo servicio bancario, es visto por Juan Manuel Arza, presidente del Consejo de Administración de la CAN, como un acercamiento de las entidades financieras y la informática al comercio pequeño y mediano, que hasta .áhora no disponía de herramientas informáticas adecuadas. El coste del servicio se reparte entre la CAN y el comerciante, y resulta gratuito para el consumidor. Para Francisco Robert, consejero delegado de Nixdorf Computer España, la realización de operaciones bancarias y de compras de todo tipo se podrá hacer en un futuro cercano desde el propio domicilio. Con el TPV, la informática ya ha dejado de ser únicamente una herramienta para convertirse en un concepto de actuación que se desarrollará en el futuro.

El futuro y la expansión de esta nueva forma de pago, que se encuentra extendida sobre todo en Japón, no está actualmente muy definido en España, y está también relacionado con el datáfono, un nuevo sistema que la Compañía Telefónica está tratando de comercializar, y que permite la consulta por teléfono de hasta 10 números distintos para realizar la confirmación de la posibilidad de pago electrónico.

Un futuro no definido

Los terminales TPV están diseñados para admitir cualquier tarjeta provista de banda magnética. Dado que los terminales los proporciona, en este primer caso en España, la entidad financiera -aunque existe también la posibilidad de su venta directa al comerciante-, el comerciante tendría que disponer de tantos terminales como tarjetas quisiera admitir, lo que no resulta práctico. La idea es llegar a la interconexión de ordenadores entre los distintos bancos para que un TPV pueda manejar diferentes tarjetas, y que esta interconexión evite también al Comerciante la necesidad de disponer de una cuenta en cada una de las entidades financieras que emiten las tarjetas. Para Ángel Galán, de la comisión de automación y servicios de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, la extensión de este servicio a nivel nacional tardará unos cinco años, dada la complejidad del proyecto de interconexión de ordenadores, aunque "la unificación para la utilización conjunta no presenta problemas tecnológicos".La implantación de TPV por entidades financieras de ámbito nacional no parece estar muy cercana, debido a que todavía no se ha decidido la forma de unificación y a que parece existir temor a que su implantación masiva pueda llevar a la reducción de puestos de trabajo en el sector bancario. Sin embargo, el potencial de este servicio es enorme, si se tiene en cuenta que se podría utilizar en todo tipo de comercios, desde los grandes almacenes a los surtidores de gasolina.

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