Elecciones municipales y autonómicas

Los Socialistas arrollan en los ayuntamientos y en los parlamentos autónomos

Estancamiento de los nacionalistas catalanes y del PNV

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo un triunfo arrollador en las elecciones municipales celebradas ayer, que pone a su alcance las alcaldías de las principales ciudades de todo el país. Los socialistas logran mayoría absoluta en 26 capitales de provincia y relativa en otras siete. La victoria socialista resulta especialmente significativa en Cataluña, donde la coalición nacionalista Convergència i Unió se estanca, al tiempo que la recuperación del PSOE en los ayuntamientos del País Vasco se suma al descenso de Herri Batasuna, la coalición abertzale para quien ETA Militar había p...

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El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo un triunfo arrollador en las elecciones municipales celebradas ayer, que pone a su alcance las alcaldías de las principales ciudades de todo el país. Los socialistas logran mayoría absoluta en 26 capitales de provincia y relativa en otras siete. La victoria socialista resulta especialmente significativa en Cataluña, donde la coalición nacionalista Convergència i Unió se estanca, al tiempo que la recuperación del PSOE en los ayuntamientos del País Vasco se suma al descenso de Herri Batasuna, la coalición abertzale para quien ETA Militar había pedido expresamente el voto tres días antes de las elecciones al mismo tiempo que reivindicaba tres asesinatos. Los socialistas obtienen también la mayoría absoluta de 11 de las 13 comunidades autónomas que eligieron ayer sus respectivos parlamentos; Baleares y Cantabria son las excepciones, con mayoría conservadora. Los resultados confirman, en general, la tendencia al bipartidismo político en España, puesto de manifiesto con la mínima subida del voto de la coalición AP-PDP-UL respecto a las legislativas. La participación estimada (67%) es ligeramente superior a las municipales de 1979, pero considerablemente inferior a la registrada en las legislativas de octubre de 1982.

Una excepción al copo socialista en las principales ciudades es la de Córdoba, donde el Partido Comunista obtiene un espectacular triunfo, pese a la concentración de dirigentes del PSOE en dicha ciudad y la participación en la campaña del propio vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y del presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo. El actual alcalde, Julio Anguita, que tiene asegurada la reelección, declaró que los cordobeses "no se han vuelto todos comunistas, sino que han votado a un alcalde que pertenece al PCE". El Partido Comunista de España casi duplica, en el conjunto de España, su bajísimo nivel de voto de las legislativas, aunque sin alcanzar los resultados de las municipales de 1979.En el País Vasco, el mantenimiento del voto del Partido Nacionalista Vasco (PNV) se complementa con una fuerte recuperación de los socialistas, que obtienen gran número de concejales en las ciudades industriales, incluidas unas ciudades de tradición tan abertzale como Pasajes y Rentería. En esta última se perfila un gobierno municipal PSOE-Euskadiko Ezkerra. En Vitoria se apuntaba un empate entre socialistas y nacionalistas -según el Gobierno vasco, el escrutinio final dará el triunfo al PNV-, mientras en Bilbao el PNV consigue mayoría pero sólo relativa. Otro tanto sucede en San Sebastián. En general, la gobernabilidad de los ayuntamientos de Euskadi va a ser muy complicada, y abre la vía a coaliciones de difícil negociación.

El PSC-PSOE avanza espectacularmente en toda Cataluña; es el partido más votado en Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona, y tiene mayoría absoluta en las tres últimas. En Barcelona podría precisar el apoyo del PSUC para obtenerla alcaldía. Convergència i Unió registra similar nivel de voto que en las legislativas del 28 de octubre, salvo en Barcelona. Esquerra Republicana pierde sus dos concejales del Ayuntamiento de Barcelona y los dos de Lérida, y sólo se mantiene en Tarragona. El PSUC ha logrado mayoría absoluta en Sabadell.

En cuanto a la coalición Alianza Popular-Partido Demócrata Popular-Unión Liberal, los datos disponibles indican el mantenimiento de su nivel de voto de las legislativas, con tendencia al alza, pero tiene pocas posibilidades de obtener alcaldes en grandes ciudades: al cierre de esta edición estaba confirmada la mayoría absoluta de los conservadores en Ciudad Real, Burgos, Toledo, Pontevedra y Palma de Mallorca, además de mayoría relativa en Santiago de Compostela, Orense y Lugo.

El presidente del Gobierno, Felipe González, se trasladó a las once de la noche a la sede central del PSOE, donde expresó su felicitación a todos los ganadores y elogió especialmente la labor de los candidatos socialistas en el País Vasco y Cataluña. Negó que la hegemonía socialista en los tres frentes políticos -Cortes Españolas, municipios y comunidades autónomas- suponga en un riesgo para la democracia. Asimismo, ofreció la colaboración de su Gobierno para los ayuntamientos y gabinetes autónomos, "sea cual sea su composición".

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Editorial en la página 12

Felipe González admite el establecimiento de pactos poselectorales y Manuel Fraga descarta toda posibilidad de retirarse

Viene de la primera página

Han sido numerosas las reacciones de miembros del Gobierno y del partido socialista tras los comicios de ayer. Felipe González efectuó, a lo largo de la noche, tres declaraciones públicas: la primera, en la sede de su partido, cuando apenas se disponía de un avance de primeros resultados. Después de medianoche, hizo una nueva declaración, a través de TVE, en la que incidió sobre los mismos temas (felicitación a los ganadores y prometer imparcialidad). Finalmente, el jefe del Gobierno tuvo un encuentro informal con los periodistas en el palacio de la Moncloa, a quienes comentó que "los resultados confirman la necesidad de hacer un 'pacto con la sociedad'. Las fuerzas sociales deben ser un interlocutor permanente del Gobierno".

Felipe González reiteró también el propósito de iniciar conversaciones con las organizaciones sindicales y empresariales para la elaboración de un plan para la economía española. Cabe resaltar que el jefe del Ejecutivo se mostró, en este encuentro con la prensa, más receptivo al mantenimiento de los pactos municipales que su vicepresidente, Alfonso Guerra, quien dijo de los mismos: "Si no están muertos, están en la UVI". Felipe González afirmó que los pactos municipales no cambiarán sustancialmente, en la medida en que no cambien los resultados que lo motivaron; precisó que los pactos han sido hasta el momento una experiencia positiva y agregó que la gobernabilidad de las instituciones puede aconsejar el establecimiento de acuerdos, que no han de ser unidireccionales.

Manuel Fraga, líder de AP-PDP-UL, se mostró muy satisfecho de la consolidación del bipartidismo y dispuesto a mantener cuantas conversaciones sean necesarias y útiles" con los nacionalistas, de cara a pactos municipales. El líder de AP negó que jamás haya pensado en retirarse. "Hay quien dice, neciamente y falsamente, repito, neciamente y falsamente, que he pensado en retirarme, y no hay tal. Sólo me retiraré cuando Dios y el pueblo me lo exijan". Los resultados obtenidos por su coalición demuestran, para Fraga, la "falsedad de las afirmaciones que dicen que hemos tocado techo".

Xabier Arzallus, presidente del PNV, expresó su satisfacción por "haber logrado resistir el acoso socialista". El lendakari Garaikoetxea, por su parte, se felicitó por la participación habida en los comicios municipales y expresó su confianza en que, una vez superada la batalla electoral, se abran vías de diálogo entre los partidos que permitan buscar salidas negociadas a la situación de violencia del País Vasco.

Adolfo Suárez -cuyo partido sólo obtiene algún resultado interesante en Castilla-León y Canarias-, también encontró un enfbque positivo a las elecciones, al afirmar que él no había pretendido otra cosa que "presentar" a su partido, ya que sus aspiraciones las sitúa en las generales de 1986. "Yo soy un corredor de fondo", declaró. Mientras tanto, Antonio Garrigues, líder del Partido Demócrata Liberal, manifestó que está "dispuesto a seguir", ya que su opción es necesaria para el equilibrio del sistema político.

Los resultados globales de estas elecciones muestran -a falta de escrutar el 8% de los votos- un ligero descenso del voto socialista sobre el obtenido en las legislativas del 28 de octubre pasado, así como el mantenimiento de los:niveles obtenidos por la coalición Alianza Popular-Partido Dernócrata Popular-Unión Liberal y por Convergencia y Unió. Sube el voto al Partido Comunista de España y al Partido Nacionalista Vasco. Las demás opciones políticas experimentan pérdidas ligeras, en relación con sus niveles de 1982.

Los liberales de Antonio Garrigues tan sólo consiguieron ayer dos escaños de los 664 que se disputaban en las trece comunidades autónomas en que se elegían Parlamentos regionales. El CDS, de Adolfo Suárez, consiguio también pobres resultados, sumando también ocho escaños -cinco en Canarias, dos en Castilla-León y uno en Aragón. Otro resultado significativo es el de Sagunto: tras la campaña altamente conflictiva desarrollada en dicha ciudad, los socialistas han logrado once concejales, cinco el PCE cuatro AP, tres la candidatura de izquierda (en su mayor parte formada por escindidos del PCE), dos una candidatura independíentey uno la Unitat del Poble Valencia.

De cada diez españoles que acudieron a las urnas, cinco han votado al PSOE, tres a AP-PDP, uno al PCE y el otro se distribuye entre el resto de las candidaturas, según datos disponibles cuando aún no había finalizado el escrutinio. La Administración electoral funcionó en esta ocasión mejor que en anteriores comicios, si bien con un considerable retraso respecto a los horarios anunciados previamente por el Ministerio del Interior y un relativo desorden en la entrega de los resultados. Al cierre de esta edición no había datos sobre las elecciones parciales al Senado en Barcelona y la elección de cabildos insulares en Canarias.

La situación en Cataluña

La victoria de los socialistas en Barcelona ciudad, rozando la mayoría absoluta, la pérdida del varias alcaldías del cinturón rojo por parte del PSUC, la reelección de los alcaldes de Convegéncia i Unió de la línea formada por las ciudades de Olot-Vic-Igualada y el reforzamiento de las posiciones del PSC en Gerona, Lérida y Tarragona constituyen los elementos más destacados de las elecciones de ayer en Cataluña.

A la vista de estos resultados, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó anoche que "tenemos grandes posibilidades de ganar las elecciones autonómicas". Pujol se basaba para ello en la tendencia observada ayer, de repetición de voto para aquellos partidos que ya ostentan una determinada parcela de poder. De esta forma se explicarían los resultados de Barcelona ciudad, Gerona, Lérida y Tarragona, ciudadades en las que los socialistas ha reafirmado su control, aumentando notablemente los, resultados conseguidos en las municipales de 1979, aunque en el. caso de Barcelona, el 43,83% otorgado a última hora al PSC sea inferior al porcentaje obtenido en las eleciones legislativas del 28 de octubre. Pasqual Maragall, reelegido alcalde de Barcelona, declaró anoche que "el resultado es tan bueno, como el que esperábamos. Sea cual sea el resultado definitivo, espero contar a mi lado con el PSUC para la gestión de la ciudad".

Los socialistas obtuvieron con los resultados de ayer diversas poblaciones del cinturón rojo, feudos tradicionalles hasta ahora del PSUC, gracias a los votos que el PCC (partido escindido de aquel) ha restado a este partido. Cornellà y Barberà del Vallès son los ejemplos más claros de las repercusiones de la crisis del PSUC. En la relación de intercambios de alcaldías entre socialistas y comunistas hay que registrar la pérdida de la mayoría comunista en Badalona, que pasaráa control socialista. El PSUC se mantiene con holgura en Sabadell y Santa Coloma de Gramenet, mientras que pierde su influencia en Lérida, Tarragona y Gerona, ante el gran avance del PSC, que consigue la mayoría absoluta en las tres capitales de provincia.

En la sede de Convergència i Unió se vivía anoche la doble sensación de la derrota y el avance electoral, registrado especialmente en Barcelona. Según los últimos datos, CiU obtendría 13 concejales, lo que supone doblar su fuerza municipal, a la vez que ve alejarse la posibilidad de gobernar la ciudad. El tirón socialista, que le puede proporcionar 21-22 concejales, hace imposible cualquier coalición alternativa. El frenazo electoral de Alianza Popular, general en toda Cataluña, imposibilita el pacto de la derecha, que según Alexandre Pedrós, candidato de AP, estaba ultimado. Trias Fargas manifestó anoche su desilusión por no alcanzar la alcaldía, pero aseguró que permanecería los cuatro años como jefe de la oposición municipal.

Fuentes de CiU se mostraban especialmente satisfechas por la reafirmación del voto convergente en Vic, Igualada y Olot, poblaciones en las que se había formalizado un auténtico bloque anti-CiU para intentar arrebatar la alcadía. En las tres ciudades, los candidatos de CiU a la reelección obtuvieron la mayoría.

Compleja situación vasca

Pese a la euforia socialista de los primeros momentos, conforma avanzaba la madrugada e iban perfilándose los resultados estaban menos justificadas las afirmacíones iniciales de algunos dirigentes del PSOE en el sentido de que "Euskadi había dejado de ser nacionalista". En las tres capitales el PNV sigue siendo la primera fuerza, incluso'con posiciones reforzadas en Vitoria, probablemente por el tirón personal de su alcalde.

El PNV ha sido uno de los partidos que ha mantenido su voto e incluso lo ha mejorado respecto a las últimas elecciones. Pero no es menos cierto que existen otros datos significativos: toda la margen izquierda del río Nervión, donde se concentra el 60% de la industria de Euskadi, pasa a ser socialista, con consecuencias tan significativas como la alcaldía de Baracaldo para el PSOE. Junto con el ligero descenso del voto a Herri Batasuna -con datos simbólicos tan llamativos como la pérdida de Rentería-, ya se configura en el País Vasco una izquierda municipal, que no existía apenas, en torno a los socialistas.

La expectación con que se esperaba el resultado de la batalla de Bilbao confirman un cambio importante del panorama político en esta ciudad. El PNV continúa siendo mayoritario, pero el PSOE pasa de cuatro a nueve concejales. Entre el PSOE, Euskadiko Ezkerra y el Partido Comunista suman el 38,2% de los votos, frente al 37% del PNV. Es pronto para especular sobre posibles alianzas y desde luego se dibuja una difícil negociación de pactos.

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