Tribuna:

Fuertes subidas en los mercados de valores

Todos los especialistas coincidían en señalar, tras el paréntesis de las vacaciones, que era necesario esperar al menos un par de jornadas para poder evaluar el alcance de la anunciada subida de las Bolsas. La primera de estas jornadas de espera no ha podido resultar más satisfactoria, a juzgar por los signos externos: los índices de las cuatro bolsas se vieron ayer disparados, oscilando sus subidas entre el 1,54 de Valencia y el 2,31 de Bilbao.Es difícil precisar si éste es uno de los casos en que la profecía se cumple a sí misma precisamente por haber sido revelada, ya que todas las explicac...

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Todos los especialistas coincidían en señalar, tras el paréntesis de las vacaciones, que era necesario esperar al menos un par de jornadas para poder evaluar el alcance de la anunciada subida de las Bolsas. La primera de estas jornadas de espera no ha podido resultar más satisfactoria, a juzgar por los signos externos: los índices de las cuatro bolsas se vieron ayer disparados, oscilando sus subidas entre el 1,54 de Valencia y el 2,31 de Bilbao.Es difícil precisar si éste es uno de los casos en que la profecía se cumple a sí misma precisamente por haber sido revelada, ya que todas las explicaciones a estas subidas se funden en una extraña simbiosis, que viene a decir que la Bolsa sube porque tiene una a base sólida, y la demostración de que tiene esta base es, lógicamente, que la Bolsa sube.

Sea como fuere, resulta difícil aceptar una explicación tan simple, por lo que habrá que buscar las causas en la concurrencia de una serie de circunstancias favorables, que incluso pueden llegar, para los amantes de la estadística, hasta el hecho de que en los meses de abril y mayo suele haber una evolución favorable en los mercados de valores.

Las sesiones se desarrollaron de la mano y a la sombra de las instituciones bancarias. Si bien eran previsibles -dadas las posiciones al cierre en la sesión anterior- subidas más o menos generalizadas, también existía el temor entre algunos operadores de que las órdenes acumuladas la semana pasada en las instituciones bancarias, que en la primera sesión de esta semana no pudieron llegar a los mercados, tuvieran signo vendedor y las expectativas se vieran frustradas.

En Madrid, las operaciones por caja de los siete grandes registraron una demanda que alcanzaba los 110.000 títulos, que se veía mermada en casi 5.000 por los mínimos saldos vendedores que tenían Hispano y Santander y que fueron literalmente barridos por estas dos entidades. Fueron estos dos valores los que menos alzas registraron, conformándose con cinco puntos el Hispano y con uno la entidad cántabra, oscilando el resto del grupo entre unas mejoras de seis y 12 enteros, correspondiendo esta última cantidad al Popular, que tenía un saldo comprador cercano a los 60.000 títulos. Los demás componentes del sector bancario también registraron algunas mejoras, variando sustancialmente en sus cuantías.

Los grupos más beneficiados por las subidas fueron construcción, químicas y siderúrgicas. Los valores eléctricos pusieron una nota de impotencia en el mercado, al no lograr despegarse de sus actuales precios. La ausencia de papel a la venta propició algunas ligeras subidas en este sector, que parece haber alcanzado su techo con las actuales cotizaciones.

A pesar de las fuertes subidas registradas por los índices de los cuatro mercados, la contratación deja mucho que desear. A la ausencia de órdenes vendedoras hay que añadir una cierta parsimonia por parte de los compradores, que, naturalmente, son los más interesados en detectar el verdadero alcance de esta tendencia. Como síntoma positivo puede indicarse que ayer había aumentado considerablemente el número de valores que mantenían posición de dinero al cierre.

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