Disminuyen los accidentes en los cascos urbanos de la provincia pero se introducen más víctima mortales

Doce muertos y 588 heridos es el balance de los accidentes de tráfico ocurridos en el interior de los cascos urbanos de Madrid capital y de las poblaciones del área metropolitana en los dos primeros meses de este año. La cifra de heridos resulta ligeramente inferior a la de enero y febrero de 1982, aunque se ha triplicado el número de muertos respecto al mismo período del pasado año. Para intentar reducir estas cifras, en Madrid se realiza desde hace un año una campaña de seguridad vial por la que se ha incrementado el control de la velocidad y del respeto a los semáforos y al peatón. Como con...

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Doce muertos y 588 heridos es el balance de los accidentes de tráfico ocurridos en el interior de los cascos urbanos de Madrid capital y de las poblaciones del área metropolitana en los dos primeros meses de este año. La cifra de heridos resulta ligeramente inferior a la de enero y febrero de 1982, aunque se ha triplicado el número de muertos respecto al mismo período del pasado año. Para intentar reducir estas cifras, en Madrid se realiza desde hace un año una campaña de seguridad vial por la que se ha incrementado el control de la velocidad y del respeto a los semáforos y al peatón. Como consecuencia de esta vigilancia, la Policía Municipal madrileña envía mensualmente a la Jefatura Provincial de Tráfico unas 1.500 denuncias por infracciones al Código de la Circulación y otras 5.500 por exceso de velocidad controlado por radar.Los responsables de la Policía Municipal madrileña y la Jefatura Provincial de Tráfico iniciaron, el pasado año, una campaña especial con el fin de reducir sensiblemente el número de accidentes registrados dentro del casco urbano ya que en las estadísticas, se advertía que mientras el número de víctimas en carretera descendía, la cifra de muertos y heridos dentro de las poblaciones se mantenía e incluso aumentaba. Madrid se convirtió así en una ciudad piloto en la que los policías municipales comenzaron a controlar, mediante radares, la velocidad en vías como el paseo de Extremadura, avenida de Portugal, paseo de la Castellana o la circunvalación M-30, e incrementaron la vigilancia para que los conductores no se saltaran los semáforos. Al mismo tiempo, se les aconsejó que llevaran puesto el cinturón de seguridad, aunque la medida no fuera obligatoria, y que respetaran los cruces, para lo cual en algunos de ellos el ayuntamiento pintó unas bandas cruzadas.

Descienden los accidentes

La campaña logró reducir la alta cifra de accidentes ocurridos en población. Frente a los 5.083 registrados en 1981, el pasado año únicamente se contabilizaron 2.813. Sin embargo, las estadísticas indicaron que el número de víctimas mortales aumentaba. Mientras en 1981 se habían registrado 49 muertos, el pasado año se contabilizaron 54. Ante estos datos, la Dirección General de Tráfico decidió, dentro del programa nacional de seguridad vial para este año, continuar la campaña de circulación urbana.Los objetivos de esta campaña son el respeto al peatón, a los semáforos y a las velocidades máximas autorizadas. Los miembros de la Policía Municipal fueron preparados para utilizar alcoholímetros digitales e investigar accidentes; se incrementó el control de la velocidad por parte de la sección de radares compuesta por cinco aparatos, y fue reforzada la vigilancia sobre infracciones tales como conducir en dirección prohibida o no respetar los semáforos y las señales de Stop y Ceda el paso.

Como consecuencia de este control la Policía Municipal de Madrid envió, a la Jefatura Provincial de Tráfico, 16. 100 denuncias entre el 1 de enero y el 13 de marzo de este año. De ellas, 12.500 estaban motivadas por exceso de velocidad y el resto por infracciones al Código de la Circulación, tales como saltarse un semáforo en rojo o no atender las señales de los agentes o conducción temeraria, todas ellas generadoras de una sanción y de la posibilidad de llevar añadida la orden de retirada del permiso de conducir. En este mismo plazo, se realizaron más de quinientas pruebas de alcoholemia, de las que 74 resultaron positivas.

Este control no ha logrado impedir, sin embargo, que en los meses de enero y febrero se hayan registrado 12 muertos, 242 heridos graves y 346 heridos leves. En total, 600 víctimas, 20 menos que el año pasado en el mismo período, aunque entonces el número de muertos sólo fue de cuatro en tanto el de heridos graves se elevaba a 239 y el de leves era de 377. A pesar de ello, los responsables de Tráfico se encuentran satisfechos de la marcha de la campaña y del grado de concienciación que está adquiriendo el siempre dificil conductor madrileño.

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