"No falsifico cuadros de Dalí"
En mis vacaciones de Semana Santa, alejado de Madrid, he leído, sorprendido e indignado, una noticia en este diario. Se me acusa en ella de falsificar unos cuadros de Dalí, y esta acusación no es cierta.Sí es cierto que en el mes de enero me vi complicado injustamente por este mismo motivo.
Los hechos son los siguientes: yo, en mi calidad de pintor, he tenido relación con el señor Jorge Franch y la señorita María Soledad Gutiérrez, personas también mencionadas en dicha noticia, porque se dedican a la venta de obras de arte. El señor Franch me ha comprado muchos dibujos míos, firmados co...
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En mis vacaciones de Semana Santa, alejado de Madrid, he leído, sorprendido e indignado, una noticia en este diario. Se me acusa en ella de falsificar unos cuadros de Dalí, y esta acusación no es cierta.Sí es cierto que en el mes de enero me vi complicado injustamente por este mismo motivo.
Los hechos son los siguientes: yo, en mi calidad de pintor, he tenido relación con el señor Jorge Franch y la señorita María Soledad Gutiérrez, personas también mencionadas en dicha noticia, porque se dedican a la venta de obras de arte. El señor Franch me ha comprado muchos dibujos míos, firmados con mi nombre de Perellón, que él, a su vez, vendía a los diferentes clientes que tiene. Efectivamente, dicho señor y señorita han ido por mi domicilio y estudio, y han salido de él con paquetes de dibujos y cuadros, y algunas veces, por dificultad de aparcamiento, los han recogido de la portería de mi casa, donde yo, previamente, los había dejado a su nombre. Y, repito, estos paquetes contenían únicamente dibujos míos, firmados con mi propio nombre, y nadie, absolutamente nadie, puede aseverar lo contrario.
En la noticia se dice también que a los falsificadores (en este caso ya no dicen presuntos falsificadores) se les intervinieron numerosas obras firmadas por Dalí. Yo puedo afirmar y asegurar que la policía, que en todo momento se portó correctísimamente conmigo, en el registro meticuloso y exhaustivo que realizó en mi casa, autorizados por mí sin ninguna orden judicial, no encontraron absoluta-
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