Niño fallecido tras confundir el médico los síntomas de meningitis con los del sarampión

Los padres de Daniel Alba, un niño de dos años de edad han denunciado por escrito ante la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) los hechos ocurridos en torno al, fallecimiento de su hijo, que murió por meningitis unas horas después de que el médico que le atendió en el hospital Primero de Octubre estimase que presentaba los síntomas de un sarampión. Poco después de que Daniel falleciese, su hermano Iván comenzó a presentar los mismos síntomas. En esta segunda ocasión el tratamiento fue el adecuado, en la residencia La Paz. Le diagnosticaron inmediatamente meningitis...

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Los padres de Daniel Alba, un niño de dos años de edad han denunciado por escrito ante la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) los hechos ocurridos en torno al, fallecimiento de su hijo, que murió por meningitis unas horas después de que el médico que le atendió en el hospital Primero de Octubre estimase que presentaba los síntomas de un sarampión. Poco después de que Daniel falleciese, su hermano Iván comenzó a presentar los mismos síntomas. En esta segunda ocasión el tratamiento fue el adecuado, en la residencia La Paz. Le diagnosticaron inmediatamente meningitis, y ahora Iván se recupera de su enfermedad.

Está denuncia se ha producido dos semanas después de que los padres del niño Raúl Jiménez denunciasen asimismo el fallecimiento de su hijo, también por una inadecuada asistencia médica (véase EL PAIS del 4 de marzo). Respecto a este caso, la Dirección General del Insalud dió ayer a la publicidad una nota en la explica que no hay constancia que el niño Raúl Jimenez no recibiera la adecuada asistencia médica, puesto que el aviso de sus familiares no indicaba que su atención revistiera carácter de urgencia.Según esta nueva denuncia, presentada ante el Insalud por Reyes Alba, metalúrgico, y su esposa, Teresa Remezal, a la 1.40 horas del pasado 16 de febrero llevaron a su hijo Daniel a la sección de urgencias del hospital materno-infantil de la ciudad sanitaria de la Seguridad Social Primero de Octubre, concretamente al departamento de Pediatría.. El niño tenía 39 grados y medio de fiebre, fuertes temblores, respiración agitada y dolores en el vientre. Fue examinado por un doctor cuyo nombre la familia ha preferido no hacer público en los medios de comunicación, aunque sí figura en la denuncia.

Su diagnóstico fue "síndrome clínico compatible con una viriasis con participación respitatoria", conforme consta en el documento que entregó a los padres. Seguidamente les explicó que el niño presentaba una viriasis que luego desencadenaría en un sarampión o enfermedad similar propia de niños, según consta en la denuncia.

A las 2.30 horas salieron los padres del servicio de urgencias y llevaron al niño a su domicilio. Allí durmió hasta las siete de la mañana, hora en que se despertó quejándose de dolores de vientre y con fiebre de cuarenta grados.

El padre del niño, alarmado, salió de su domicilio, sito en la calle Angosta, para buscar un médico del ambulatorio central del Cruce de Villaverde, puesto que el correspondiente a la zona del domicilio permanece cerrado durante la noche. Reyes Alba se encontró, sin embargo, con diversas trabas, burocráticas. En el ambulatorio del Cruce de Villaverde el médico de guardia le comunicó, según señala la denuncia, que no podía hacerse cargo del aviso porque debía ir canalizado oficialmente a través de la ciudad sanitaria La Paz. Le recomendó que hiciera la gestión con rapidez, puesto que eran ya las 7.50 horas de la mañana y él dejaba de corresponder a la zona a las ocho. Finalmente, le aconsejó que dejase el aviso en el ambulatorio de zona, por si estuviese ya abierto. Efectivamente, el padre. acudió allí, pero le indicaron que hasta las diez de la mañana no podría acercarse ningún médico a su domicilio. No obstante, Reyes Alba dejó el aviso pertinente y volvió a su casa a las nueve de la mañana.

Estado crítico

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A esa hora, el niño padecía ya fuertes vómitos y comenzaron a aparecer en su cuerpo manchas oscuras. Ante ello, y dado que el médico del ambulatorio tardaría en llegar al menos una hora, los padres acudieron a un médico conocido, el doctor Martín Castañeda, quien pasaba consulta cerca del domicilio, en la mutua de accidentes Asepeyo, del seguro Sanitas. Este doctor apreció la gravedad de la situación y gestionó el ingreso automático en el Hospital del Niño Jesús, donde se confirmó el estado crítico de Daniel. Allí, según la documentación aportada por la familia, se le: diagnostica "shock endotóxico avanzado, con coagulación intravascular diseminada, evidente clínica y analíticamente". A las 14.30 horas Daniel moría, a causa, según el parte médico, de una "sepsis meningocócica clínica" acompañada de "coagulación intravascular diseminada" y "shock endotóxico en fase refractaria-irreversible". Un cuarto de hora después deI fallecimiento, a las 14.45 horas, el médico de urgencia del ambulatorio de zona cumplía con el aviso, dejado cinco horas antes, y se presentaba en el domicilio de Reyes Alba y Teresa Remezal para atender al pequeño Daniel.

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