El Gobierno andaluz crea una sociedad para la promoción económica

El Gobierno andaluz cuenta ya con su principal instrumento de política económica tras la aprobación del decreto de constitución de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía (Soprea), cuyo control corresponderá a la consejería de economía. Los criterios de actuación fueron acordados por vez primera por mayoría.La nueva sociedad tiene un capital fundacional de 1.170 millones de pesetas, y será dirigida por tres administradores. Sus recursos serán destinados, a partes iguales, a actuación de promoción y de reconversión. Las primeras inversiones estarán dedicadas a empres...

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El Gobierno andaluz cuenta ya con su principal instrumento de política económica tras la aprobación del decreto de constitución de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía (Soprea), cuyo control corresponderá a la consejería de economía. Los criterios de actuación fueron acordados por vez primera por mayoría.La nueva sociedad tiene un capital fundacional de 1.170 millones de pesetas, y será dirigida por tres administradores. Sus recursos serán destinados, a partes iguales, a actuación de promoción y de reconversión. Las primeras inversiones estarán dedicadas a empresas de especial interés para Andalucía, bien por el sector en el que se integran, por la capacidad de generar empleo o por el uso de tecnología avanzada.

Los criterios aprobados por el Gobierno andaluz exigen que en las sociedades en que Soprea cuente con la mayoría del capital se desarrollarán sistemas que permitan a sus trabajadores participar en la gestión. Por lo que se refiere a las actuaciones de inversión en empresas en crisis, será imprescindible la presentación previa de un plan de viabilidad que cuente con el acuerdo de las partes implicadas y que los costes de reestructuración sean distribuidos entre las mismas.

Se ha dado la circunstancia de que los criterios tuvieron que ser aprobados por mayoría, al haber exigido el consejero de Economía, Julio Rodríguez, una rentabilidad mínima a las inversiones y mantener una negativa radical a convertir el sector publico andaluz en un asilo de empresas en crisis. Otros consejeros sostuvieron que, por razones políticas y sociales, el Gobierno autónomo debía ser más flexible en la aparición de estos criterios. Fue necesario proceder a una votación, hecho que se produce por vez primera en las deliberaciones del Ejecutivo andaluz en materia económica.

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