Interior cambia las instrucciones a los cuerpos de seguridad para evitar daños a inocentes en los controles

La normativa a la que ajusta su actuación la Guardia Civil, en parte procedente de 1943, "y en la que se han formado gran parte de sus componentes", es una de las causas a las que el ministro del Interior, José Barrionuevo, atribuyó ayer, ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, que se puedan producir sucesos como el de Valmojado, que costó la vida al niño de dos años Félix Juan Domínguez.Entre las medidas para evitar estos hechos, Barrionuevo dio cuenta de unas instrucciones sobre controles policiales distribuidas a los cuerpos de seguridad, con el lema de que "es preferible no d...

La normativa a la que ajusta su actuación la Guardia Civil, en parte procedente de 1943, "y en la que se han formado gran parte de sus componentes", es una de las causas a las que el ministro del Interior, José Barrionuevo, atribuyó ayer, ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, que se puedan producir sucesos como el de Valmojado, que costó la vida al niño de dos años Félix Juan Domínguez.Entre las medidas para evitar estos hechos, Barrionuevo dio cuenta de unas instrucciones sobre controles policiales distribuidas a los cuerpos de seguridad, con el lema de que "es preferible no detener a un delincuente que lesionar a un inocente". A preguntas de la oposición, el ministro manifestó que el guardia segundo Enrique Gómez Guerra, autor de los disparos, y el sargento José Martín Benegas se encuentran retirados del servicio, pero no arrestados.

En cuanto al uso de las armas, las instrucciones citadas precisan que se hará cuando la fuerza sea atacada, se la atropelle o manifiestamente se la intente alcanzar o cuando del comportamiento del ocupante u ocupantes se deduzca, sin ningún género de dudas "que pretenden darse a la fuga". En todo caso, deberá constar la alta peligrosidad de los fugados y su previa identificación.Un tono de mutua cortesía y responsabilidad presidió la sesión informativa, que solo suscitó momentos de tensión cuando el portavoz del Grupo Popular, José María Ruiz Gallardón, tras señalar que no debía entrarse en la determinación de responsabilidades individuales por encontrarse el tema sub judice, y recordar que los campos de España están regados por la sangre de los miembros de la Guardia Civil, adujo una sentencia del Tribunal Supremo para justificar el uso de las armas, en virtud de la peligrosidad de los delincuentes a quienes persiguen. El diputado de AP tuvo, sin embargo, que terminar de leer el párrafo de la sentencia, que decía "...siempre que exista adecuación entre medios y fines".

Barrionuevo comenzó su explicación sobre los trágicos hechos de Valmojado asegurando que no deseaba justificar tan desgraciado suceso. Dijo que la misión del puesto de la Guardia Civil integrado por el sargento y el número mencionados era permanecer hasta la 1.30 horas de la madrugada para identificación de las personas que transitaran por el lugar, dadas las numerosas denuncias de hechos delictivos producidos en la zona.

Señaló que el Simca 1.200 viajaba a escasa velocidad, pero que la aumentó al llegar a la altura del guardia segundo, que disparó a bocajarro tres tiros en la rueda trasera izquierda y estando el vehículo a seis u ocho metros, hizo otro disparo que atravesó la carrocería, el pecho de la madre y produjo la muerte del niño.

Barrionuevo reconoció que dada la colocación y las prendas utilizadas por los guardias civiles, puede discutirse que hubiera una visibilidad adecuada de este servicio. Añadió que el automóvil, que viajaba despacio, al llegar a la altura de los guardias aceleró y se alejó. En todo caso, según la información conocida hasta el momento, para el ministro del Interior "la acción de disparar fue excesiva, particularmente el último disparo, cuando ya el vehículo se alejaba".

El ministro recordó que no se trataba de un control, que exige al menos ocho miembros de la fuerza de seguridad y medios más sofisticados de los utilizados por el puesto de vigilancia, aunque coloquialmente se les llama controles. Entre otros datos complementarios dijo que los dos guardias están a disposición del juez de Toledo y que el coche tiroteado fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil por disposición judicial. También señaló que en el punto donde se produjeron se han realizado varias detenciones de presuntos delincuentes, en trece intervenciones.

Responsabilidades

En el capítulo de responsabilidades, el ministro consideró excesivo extender a toda la Guardia Civil las responsabilidades individuales de algunos de sus miembros. Destacó que este cuerpo, desde que el PSOE gobierna, ha demostrado total lealtad y cumplimiento de las órdenes. "Es posible que algunos de estos actos sean consecuencia de normas excepcionalmente vigentes todavía en las que se han formado gran parte de los componentes de este cuerpo". Aseguró que los propios guardias civiles verían con agrado que se aclararan cuestiones jurídicamente confusas, en especial los requisitos del uso de las armas.

Destacó la máxima colaboración prestada por la Dirección General de la Guardia Civil para la depuración de las responsabilidades personales, así como la necesidad de que sean garantizados los principios constitucionales de presunción de inocencia y de defensa para los implicados.

Y añadió: "No participaremos en el clima de linchamiento moral, que consideramos rechazable jurídica y moralmente".

Barrionuevo no eludió la responsabilidad del Gobierno, al que corresponde velar por el funcionamiento de sus servicios y la obligación de reparar jurídicamente el daño causado.

Para evitar la repetición de los hechos, dio cuenta, entre otras medidas, de la nueva normativa sobre instalación de controles, en la que, entre otras cosas se establece contar con los medios materiales y técnicos necesarios y utilizar señales de fácil visibilidad.