Pronósticos para todos los gustos sobre las municipales francesas

Ayer comenzó oficialmente en Francia la campaña electoral que precede a los comicios municipales, que se celebrarán los días 6 y 13 de marzo próximo.La hecatombe de la mayoría gobernante socialista, profetizada hasta hace poco tiempo por la oposición conservadora liberal y temida por la propia izquierda, ya no parece tan probable quince días antes de la primera ronda del voto.

Un cartucho que estalló el jueves en el sótano de la alcaldía de Marsella -debajo del despacho del alcalde, que también es ministro socialista del Interior, Gaston Defferre- ha recrudecido la violencia verbal que ...

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Ayer comenzó oficialmente en Francia la campaña electoral que precede a los comicios municipales, que se celebrarán los días 6 y 13 de marzo próximo.La hecatombe de la mayoría gobernante socialista, profetizada hasta hace poco tiempo por la oposición conservadora liberal y temida por la propia izquierda, ya no parece tan probable quince días antes de la primera ronda del voto.

Un cartucho que estalló el jueves en el sótano de la alcaldía de Marsella -debajo del despacho del alcalde, que también es ministro socialista del Interior, Gaston Defferre- ha recrudecido la violencia verbal que ha caracterizado la batalla electoral entre la derecha y la izquierda.

Defferre se pregunta si, animado por la agresividad de la oposición, no ha vuelto a la vida pública francesa el terrorismo del SAC, el movimiento parapolicial disuelto que se ha asimilado a la historia del gaullismo.

Demagogia catastrofista

La demagogia catastrofista y alarmante de la derecha ha sido el elemento característico de una campaña que sobre el terreno ya empezó hace varias semanas.El Gobierno socialista ha respondido en un tono semejante; pero, al mismo tiempo, ha sido hábil al anunciar en vísperas electorales la jubilación a los sesenta años. Y explotando paralelamente una estabilización del desempleo, provisional o no, pero que de momento es un hecho.

La desmesura exhibida, por una parte, y el escepticismo de la opinión pública francesa, que no cree que hoy la derecha disponga de la receta para gestionar más eficazmente la crisis, se apuntan como los principales elementos que en dos semanas han inyectado prudencia a todos los que pronostican sobre el resultado electoral de marzo.

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Todos los sondeos que se han llevado a cabo durante los últimos días coinciden: una mayoría de los franceses cree en un cierto éxito de la oposición.

Una tercera parte de los electores aún no está segura de a quién va a votar. El mundo político de derechas, como el de izquierdas, admite que el Gobierno socialista perderá un número de municipios, pero las dudas son norma cuando se trata de cuantificar ese resultado.

En las anteriores elecciones municipales, en 1977, la oposición de entonces, que era la izquierda consiguió la mayoría municipal al ganar en 153 alcaldías de las 251 que tienen más de 30.000 habitantes.

No hay que hacerse ilusiones

Ayer, el editorialista del diario Le Figaro, militante declarado de la derecha, anotaba: "La victoria no está asegurada, aunque es posi ble y probable. Pero no hay que hacerse ilusiones. En la práctica, una victoria de la oposición en las elecciones municipales no le obligaría al presidente a cambiar de política ni de Gobierno, y mucho menos a convocar elecciones legislativas anticipadas".

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