La ofensiva iraní contra Irak ha fracasado, según los servicios de información occidentales

El último intento iraní de invadir Irak parece haber sido detenido, según los informes de expertos militares occidentales que han visitado el frente. Citando estos informes, fuentes de la inteligencia en Washington y Londres manifiestan que el ataque iraní, que comenzó el 7 de febrero en el área de Fakeh, de la provincia iraquí de Misan, no ha conseguido su objetivo de romper la moral de los iraquíes.

Los informantes declaran que, por el contrario, parece haberse producido un debilitamiento en la moral iraní.Fuentes británicas hablan de un creciente número de deserciones en el Ejército ...

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El último intento iraní de invadir Irak parece haber sido detenido, según los informes de expertos militares occidentales que han visitado el frente. Citando estos informes, fuentes de la inteligencia en Washington y Londres manifiestan que el ataque iraní, que comenzó el 7 de febrero en el área de Fakeh, de la provincia iraquí de Misan, no ha conseguido su objetivo de romper la moral de los iraquíes.

Los informantes declaran que, por el contrario, parece haberse producido un debilitamiento en la moral iraní.Fuentes británicas hablan de un creciente número de deserciones en el Ejército iraní, principalmente de jóvenes soldados de remplazo, y refieren que algunas dotaciones de carros de combate y aviones se negaron a cumplir las misiones asignadas.

Todas las fuentes de los servicios de información consultadas, tanto en Washington como en otras capitales de la Alianza Atlántica, coinciden en señalar que los iraquíes se han batido razonablemente bien y hacen hincapié en que los iraquíes defienden su propio suelo, corno hicieron al rechazar cuatro ataques iraníes contra Basora el pasado verano y otras operaciones en las zonas de Misan y Mandali en otoño.

Aunque los iraquíes aparentemente consideran que esta última ofensiva ya ha concluido, algunas fuentes de los servicios de inteligencia norteamericanos creen que se llevará a cabo un nuevo ataque, si no en Misan, en la zona de Mandali.

El Estado Mayor iraquí informa que Irán ha perdido 15.258 hombres desde que comenzó la operación Aurora, pero los mismos servicios occidentales evalúan las pérdidas de ambas partes en 7.000 bajas, entre muertos, heridos y prisioneros, bajas de las que unas 5.000 corresponden a las filas iraníes.

La cantidad de tropa no es un problema inmediato para Irán, según los expertos, que, sin embargo, señalan que la calidad de las fuerzas iraníes se ha deteriorado en los últimos seis meses.

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El momento crítico para el ataque iraní se produjo la semana pasada en la zona de Al Shib, un puesto avanzado iraquí en la frontera. Fuentes iraquíes manifiestan que los iraníes lanzaron un fuerte ataque nocturno contra esta localidad. Los carros iraníes atravesaron las líneas iraquíes, pero, al amanecer, blindados iraquíes, apoyados por cazabombarderos, contraatacaron, cogiendo a los invasores a descubierto. La infantería de Damasco, en una operación en tenaza, acabó envolviendo a los iraníes.

Observadores extranjeros dicen haber contado al menos diecinueve carros de combate iraníes en el cuartel general del IV Cuerpo iraquí, encargado del frente de Misan.

La raíz de las deserciones

Tácticamente, los iraníes parecen seguir los mismo métodos que les costaron 7.000 muertos y heridos en las inmediaciones de Basora el pasado mes de junio. Esto es, enviar a través de campo abierto una vanguardia formada por una infantería deficientemente armada y entrenada contra los iraquíes, protegida por carros, artillería y aviación. Esta táctica puede explicar las grandes bajas iraníes, pero las fuentes de inteligencia dicen que también contribuye a explicar el crecimiento de las deserciones.

Según fuentes británicas, un capitán del Ejército iraní que acaba de pasarse a los grupos de oposición al régimen jomeinista ha manifestado que algunos pilotos iraníes se negaron a llevar a cabo operaciones sobre determinados objetivos situados en territorio iraquí cuando se enteraron que estaban defendidos por misiles tierra-aire y que algunas tripulaciones de carros abandonaban sus puestos cuando se les ordenaba entrar en combate.

La capacidad ofensiva iram se ve, pues, muy reducida, y más si se tiene en cuenta que, según analistas occidentales, el país no cuenta con más de sesenta aviones de combate operacionales de todos los tipos y un número de carros con el que no se puede formar una divisón acorazada.

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