Sostenella y no enmendalla
El ayuntamiento madrileño parece haber encontrado, por fin, la filosofla acertada -al margen de la polémica de si la medida es o no legal- para solicitar la aplicación del artículo 289 del Código de la Circulación (retirada del carné por acumulación de multas). Quizás la causa fueron los resultados negativos que produjo su postura inicial sobre el tema y que el mismo alcalde consideró públicamente como lesiva para el actual equipo de gobierno de cara a las elecciones municipales.Entonces, la posibilidad de aplicar esta fuerte sanción fue dirigida por los responsables municipales exclusivamente...
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El ayuntamiento madrileño parece haber encontrado, por fin, la filosofla acertada -al margen de la polémica de si la medida es o no legal- para solicitar la aplicación del artículo 289 del Código de la Circulación (retirada del carné por acumulación de multas). Quizás la causa fueron los resultados negativos que produjo su postura inicial sobre el tema y que el mismo alcalde consideró públicamente como lesiva para el actual equipo de gobierno de cara a las elecciones municipales.Entonces, la posibilidad de aplicar esta fuerte sanción fue dirigida por los responsables municipales exclusivamente contra los que no pagaban las multas y tenían acumulado el mayor número de sanciones aunque la mayoría fuera de la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA). Esta interpretación motivó la crítica de diversas entida des que veían en la utilización de la medida una intención fiscal que, de alguna forma, se vió corroborada con las colas que se formaron ante la oficina de cobro de multas, aunque fuentes municipales manifestaran que no tenía este objetivo ya que la posible recaudación no representaba nada para un organismo con 60.000 millones de presupuesto.
El interés municipal en ocultar el criterio que Tráfico había adoptado sobre la no consideración de las multas de la ORA como motivo para retirar el carné, pudo tener como motivo exclusivo el sostenella y no enmendalla que diría Tierno. Las contradicciones que creó esta situación dañaron aún más una medida que, de haberse aplicado únicamente contra los que aparcan alterando gravemente la circulación, habría sido aplaudida por el resto de los conductores.