El Grupo Popular retira su oposición frontal al Estatuto balear

Abel Matutes anunció ayer que el Grupo Parlamentario Popular no votará globalmente en contra del Estatuto de Autonomía de Baleares, que quedó dictaminado por la Comisión Constitucional del Congreso y que el Próximo día 25 será sometido al pleno de la Cámara. El giro del grupo de Fraga es consecuencia de la flexibilidad negociadora del PSOE, puesta especialmente de manifiesto en el aplazamiento de la decisión sobre la proporcionalidad de la representación de las distintas islas hasta una futura ley del Parlamento balear. La Comisión Constitucional inició la sesión con la aprobación de las dispo...

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Abel Matutes anunció ayer que el Grupo Parlamentario Popular no votará globalmente en contra del Estatuto de Autonomía de Baleares, que quedó dictaminado por la Comisión Constitucional del Congreso y que el Próximo día 25 será sometido al pleno de la Cámara. El giro del grupo de Fraga es consecuencia de la flexibilidad negociadora del PSOE, puesta especialmente de manifiesto en el aplazamiento de la decisión sobre la proporcionalidad de la representación de las distintas islas hasta una futura ley del Parlamento balear. La Comisión Constitucional inició la sesión con la aprobación de las disposiciones adicionales, transitorias y final del Estatuto de Autonomía de Extremadura.Entre otras modificaciones, la mayoría de carácter técnico, se aceptó por unanimidad la apropuesta del socialista Francisco Fernández Marugán, según la cual "los criterios, alcance y cuantía" de las asignaciones complementarias para garantizar la consecución del nivel mínimo en la prestación de los servicios efectivamente transferidos a Extremadura "se fijarán en la forma establecida en el artículo 15 de la ley orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA)".

Por otra parte, los socialistas aceptaron la propuesta popular de resucitar una disposición que la ponencia había decidido suprimir, según el PSOE, por "adecuación constitucional", y que dice así: "El Estado otorgará, en régimen de concesión a la comunidad autónoma, la utilización de un tercer canal de TV de titularidad estatal, que deba crearse específicarnente para su emisión en el territorio de Extremadura, en los términos que prevea la citada concesión".

Concesiones socialistas

El debate sobre el Estatuto de Baleares estuvo también presidido por la flexibilidad negociadora de los socialistas, que permitieron a Abel Matutes y demás diputados populares retirar muchas de sus enmiendas. La propuesta socialista de dejar para una futura ley del Parlamento balear, que deberá aprobarse por mayoría absoluta, la regulación del número total de diputados que lo han de integrar, así como la distribución de los mismos entre las diferentes islas y el establecimiento de la circunscripción electoral de la comunidad autónoma, fue muy bien recibida por el grupo de Fraga.Matutes valoró "el avance y la flexibilidad del PSOE, que nos hace perder beligerancia respecto al Estatuto de Baleares". Más tarde adelantó que no podía asegurar el sentido del voto global de su grupo, pero, en todo caso, "ya no será negativo en ningún caso, sino afirmativo o, como mínimo, de abstención".

Los socialistas mantuvieron como disposición transitoria lo que había sido texto del Estatuto en cuanto a la composición del Parlamento balear. Según la disposición aprobada, el primer Parlamento de las islas estará integrado por 54 diputados, distribuidos así: Mallorca elegirá treinta, Menorca doce, Ibiza once y Formentera uno. Por otra parte, siempre para esta primera elección, existirán cuatro distritos electorales, correspondientes a cada una de las cuatro islas citadas.

La 'Iengua de las Baleares'

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El Grupo Parlamentario Popular defendió que los consejeros insulares accedieran a la condición de diputados del Parlamento balear. Frente a esta enmienda, prosperó el criterio inverso mantenido por el socialista Gregorio Mir, según el cual los elegidos parlamentarios autonómicos serán también consejeros insulares. Mir manifestó que, de acdptarse la propuesta defendida por Matutes, los representantes máximos de Baleares procederían de una elección de segundo grado o indirecta.El Grupo Parlamentario Popular se opuso, en solitario, al artículo del Estatuto que establece la cooficialidad, junto a la lengua castellana, de "la lengua catalana, propia de las islas Baleares".

El diputado José Cañellas propuso que se hablara de la lengua "de las Baleares". El socialista Jaume Ribas señaló que su grupo no estaba dispuesto a renunciar a una lengua, como la catalana, que había proporcionado a Baleares tantos escritores en dicha lengua. La enmienda popular fue rechazada con los únicos votos favorables del grupo de Fraga.

Anton Cañellas manifestó que su grupo intentaba evitar desmadres, ya que "es preciso admitir las dificultades de muchas personas del archipiélago para entender el catalán y, por tanto, conviene incluir el término lengua de las Baleares".

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