El Tribunal de Menores decidirá sobre la niña 'cedida' en Cartagena

El Tribunal Tutelar de Menores de Murcia deberá decidir el destino de la recién nacida Ana Serna Montesinos, cuyos padres, subnormales, decidieron ceder a una pareja valenciana el pasado mes de diciembre. El tribunal, por tanto, decidirá sobre la patria potestad y custodia de la pequeña, que aún se encuentra internada en la casa-cuna de la ciudad de Valencia, en espera de la decisión de las autoridades.

El Juzgado de Instrucción número uno de Cartagena ha remitido a la Audiencia de Murcia el sobrescimiento de las diligencias previas, iniciadas ante la denuncia que se formuló ...

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El Tribunal Tutelar de Menores de Murcia deberá decidir el destino de la recién nacida Ana Serna Montesinos, cuyos padres, subnormales, decidieron ceder a una pareja valenciana el pasado mes de diciembre. El tribunal, por tanto, decidirá sobre la patria potestad y custodia de la pequeña, que aún se encuentra internada en la casa-cuna de la ciudad de Valencia, en espera de la decisión de las autoridades.

El Juzgado de Instrucción número uno de Cartagena ha remitido a la Audiencia de Murcia el sobrescimiento de las diligencias previas, iniciadas ante la denuncia que se formuló por la policía contra el matrimonio compuesto por Josefa Montesinos y Antonio Serna, ambos deficientes mentales, que habita en una chabola inmunda y miserable del barrio cartagenero de Los Barreros.

Según la declaración de la pareja valenciana, ninguno de ellos pretendió comprar a la niña, ya que sólo entregaron a sus padres una cantidad ínfima, 4.000 pesetas, para que pudieran comer algo, y no en concepto de venta de la pequeña. Lo cierto es que la niña se encontraba enferma desde su nacimiento y el día de su cesión había sido atendida en la residencia de la Seguiridad Social Virgen del Rosell porque sufría continuas diarreas (véase EL PAIS del 6 de enero pasado). La pareja está formada por Manuela Haro, camarera del barrio chino, considerada en medios policiales como prostituta, y por su compañero, José Fernández Triguero, boxeador de profesión, aunque, según las mismas fuentes, ejerce como vigilante en el mencionado barrio.

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