Aspectos del aborto

Como el tema del aborto no cesa ni creo que cese en algún tiempo, hasta que nuestro actual Gobierno lo plantee legislativamente, creo que conviene centrar el tema y que se tengan en cuenta los tres aspectos que, a mi juicio, tiene esta cuestión, y que no se puede contestar a unos argumentos con otros distintos y a veces dispares. Estos tres aspectos son:1. El biológico. Si el aborto lo interpretamos como interrupción de la gestación confirmada. En este caso estaríamos muy por debajo de los 300.000 que algunos señalan y, desde luego, por encima de los 20.000 de españolas registrados en L...

Como el tema del aborto no cesa ni creo que cese en algún tiempo, hasta que nuestro actual Gobierno lo plantee legislativamente, creo que conviene centrar el tema y que se tengan en cuenta los tres aspectos que, a mi juicio, tiene esta cuestión, y que no se puede contestar a unos argumentos con otros distintos y a veces dispares. Estos tres aspectos son:1. El biológico. Si el aborto lo interpretamos como interrupción de la gestación confirmada. En este caso estaríamos muy por debajo de los 300.000 que algunos señalan y, desde luego, por encima de los 20.000 de españolas registrados en Londres.

Si consideramos que ya es un ser humano un óvulo fecundado y pendiente de anidación, el número de abortos es muy superior a los 300.000 señalados, porque la mayor parte de los anticonceptivos actualmente empleados (píldora moderna y DIU) lo que impide es la anidación del óvulo fecundado.

2. El humano. La mujer que aborta por el hijo indeseado. Hay aquí un problema individual, que va desde la violación al feto con seguridad patológico o al simple descuido casi involuntario. Este es un problema de muy difícil valoración, que va desde que sólo se debe tener un hijo deseado hasta los que piensan que se deben tener todos los que Dios nos dé, aunque sea por un mecanismo tan poco divino como es la violación.

3. El social. En España abortan, creo yo, unas 70.000 personas al año. Las ricas, en Madrid y Barcelona u otras ciudades grandes -y pequeñas-, en clínicas toleradas y muy caras. Las menos ricas, en Londres, y las pobres, en manos de una aficionada, por métodos primitivos y muy traumatizantes, tanto somática como espiritualmente, y aunque la ley lo prohíba no se condena prácticamente a persona alguna por este motivo y creo que sea más fácil localizar a los causantes de estos presuntos homicidios que a los de la ETA. Aquí, o la ley cambia o se cumple: lo demás es equivalente a esconder la cabeza bajo el ala.

Por tanto, y terminando, se puede ser antiabortista al 100%, al 66% o al 33%, y se puede ser pro abortista en las mismas medidas, según se tome el total o una o dos partes en las posiciones señaladas. / Médico.