Tribuna:SPLEEN DE MADRID

El sexo radical

Ahora que los movimientos feministas andan como un poco censados y los entusiasmos se pasan a la ecología (la mujer es la ecología del hombre, con perdón y bien entendido, sin que esto tenga nada que ver con "el reposo del guerrero", ya que en igual medida el hombre es la ecología de la mujer), ahora, digo, el sexo radical coge marcha.Sexo radical no es exactamente igual que feminismo, pues que el feminismo comprende una serie de reivindicaciones sociolaborales que quizá son lo más importante del movimiento, de los movimientos, en tanto que el sexo radical hombre / mujer es la revolución sexua...

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Ahora que los movimientos feministas andan como un poco censados y los entusiasmos se pasan a la ecología (la mujer es la ecología del hombre, con perdón y bien entendido, sin que esto tenga nada que ver con "el reposo del guerrero", ya que en igual medida el hombre es la ecología de la mujer), ahora, digo, el sexo radical coge marcha.Sexo radical no es exactamente igual que feminismo, pues que el feminismo comprende una serie de reivindicaciones sociolaborales que quizá son lo más importante del movimiento, de los movimientos, en tanto que el sexo radical hombre / mujer es la revolución sexual con todas las consecuencias, más alguna dulce secuencia. Lo decía el viejo y olvidado Marcuse: "¿Por qué más represión de la necesaria?" Necesaria, naturalmente, desde el punto de vista del explotador / represaliador. Hay, pues, en el mundo, un exceso de represión, ni siquiera necesario para la explotación económica, que pinta con mano airada, en la tapia de Dámaso Alonso, "Aborto asesino", como si Dámaso hubiese dedicado su vida a hacer abortar a Doña Jimena. El sexo radical -que los psocialistas del Gobierno tendrán que asumir o solventar antes / después- supone que el clan familiar, el incesto, el aborto, la preservacion del embarazo, los varios sexos en que se divide nuestra especie, etcétera, son conquistas culturales de la sociedad española, del pueblo (y digo del pueblo porque los gobernantes nunca han ayudado nada).

Pero Felipe Gonzídez viene a decir todos los días, más o menos, que quiere devolver a los españoles a la realidad; es el mejor regalo navideño que puede hacernos: un paquete de realidad que no sea multitienda.

La realidad es hermosa porque es fea, sucia, cara, difícil, violenta y cruenta. Todo eso tonifica más que el "Españoles todos..." de otras Navidades. Pero no es sólo que hayan subido los crudos, sino que ha subido el sexo. No es sólo que Pilar Miró sea directora general de cine, sino que Pilar Miró es madre soltera y voluntaria y feliz, y ha hecho realidad el slogan "Hijos, sí; maridos, no", demostrando que era más que un slogan. No es sólo que Santillana haya sido expulsado en el partido del domingo, sino que Maradona sale en bolas en Interviú. No sólo que suban los transportes de carretera, sino que miles de parejas españolas ilegibles (ilegales) corren por esas carreteras en busca del motel y el amor perdido.

A un amigo divorciado -y abogado, además- le han puesto 425.000 pelas de pensión mensual a la divorciada (que se ha desentendido asimismo de los niños). Y es lo que la víctima le preguntaba al divorciante:

-Pero ¿es que usted gana ese dinero al mes?

-No. Jamás.

-¿Y cómo quiere que lo gane yo?

El sexo radical (Shulamith Firestone lo propugna en EE UU desde hace más de diez años) es una de las verdades más radicales de la España de hoy, y apenas he visto templadas alusiones a ello en los discursos Felipe/ Guerra, pese a que nuestro psocialismo se parece tanto a un partido radical europeo. Hablan vagamente de despenalizar el divorcio y planificar la familia.

No pueden ignorar voluntariamente, nuestros psocial / radicales, la realidad sexual de España: aborto, adulterio, prostitución de todos los sexos y en todos los sentidos, trapicheo de menores, devaluación del matrimonio e inflación de la moral paleocristiana. Y no se trata de que lo repriman, claro, sino de que lo reordenen y hagan legible. Encuentro a Niní Montián y me dice que me corte el pelo. Supongo que ella pelaría a todo el Gobierno. Pues eso.

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