Tribuna:

Efecto de las cestas de Navidad

"Las cestas de Navidad comienzan a hacer su efecto", con este comentario un conocido operador del mercado madrileño de valores pretendía resumir lo ocurrido en las sesiones de ayer, donde una eufórica demanda hacía trizas las previsiones bastante conservadoras que se habían avanzado, y que centrándose inicialmente en los valores eléctricos terminaba por afectar a la práctica totalidad de las acciones que se negociaban.Bien fuese por las cestas navideñas, o por inagurar el nuevo parqué de la Bolsa madrileña o simplemente con celebrar la construcción de un doble mostrador al estilo el mer...

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"Las cestas de Navidad comienzan a hacer su efecto", con este comentario un conocido operador del mercado madrileño de valores pretendía resumir lo ocurrido en las sesiones de ayer, donde una eufórica demanda hacía trizas las previsiones bastante conservadoras que se habían avanzado, y que centrándose inicialmente en los valores eléctricos terminaba por afectar a la práctica totalidad de las acciones que se negociaban.Bien fuese por las cestas navideñas, o por inagurar el nuevo parqué de la Bolsa madrileña o simplemente con celebrar la construcción de un doble mostrador al estilo el mercado bilbaíno, que por cierto ya ha sido bautizado por Enrique Zayas como el burladero, las órdenes de los clientes particulares comenzaron a llegar con notable fluidez a lo largo de la mañana, hasta el punto de que los primeros corros recordaban una verbena, por el jolgorio que en ellos se desataba y por el ambiente festivo que generaban las cotizaciones claramente orientadas al alza.

Si se pretende buscar algún tipo de razonamiento técnico a las importantes rnejoras de ayer, habrá que otorgar una mención honorífica a las declaraciones del ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, quien apuntó su intención personal de que las tarifas eléctricas subiesen antes de fin de año. Junto a este hecho, también hay que destacar las previsiones que realizan los técnicos en mercados financieros, que apuntan la posibilidad de que los tipos de interés nacionales vayan a bajar en las próximas semanas.

Estos dos comentários, de alguna forma, constituyeron el detonante que promovió, dentro de un ambiente que realmente era propicio a ello, la euforia que ayer se detectaba en el mercado. Prácticamente todas las partes interesadas en el acontecer diario de los mercados de acciones estaban muy interesadas en que subiesen los precios de la acciones más significativas, para con su avance mejorar las posiciones de sus índices generales. En función a esta actitud del mercado resultan completamente lógicas las mejoras de ayer, que incluso presentan la posibilidad de ser proyectadas a las reuniones inmediatas.

Descendiendo a la actividad sectorial, el grupo eléctrico fue, con diferencia, quien mostró una mayor pujanza aunque sus mejoras fueron seguidas por el resto de los valores que se negociaban conforme antes se apuntaba. En cuanto a los bancos, se observó una reducción en el volumen global de oferta que presentaban los siete grandes descendiendo el saldo negativo genérico a poco más de 47.000 títulos en el mercado madrileño, lo que permitió que el Central y Santander pudiesen ofrecer diferencias positivas en sus restos, e incluso que varias entidades se permitieran generar acelerones en los precios de sus títulos.

Pero hubo más novedades, el Banco de Bilbao y Fecsa inicaron sus respectivas ampliacioes de capital con distinta suerte. Mientras que acciones y derechos del primero experimentaban recortes de alguna corisideración, Fecsa iniciaba su andadura bajo auspicios optimistas recuperando el importe del desdoble. Sin embargo, los especialistas manifestaban la impresión de que el Banco de Bilbao había iniciado su ampliación de capital con una modestia premeditada que posiblemente vaya a dedicar sus mejores esfuerzos a la segunda mitad del plazo prefijado para la operación.

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