El retraso en sus nombramientos provoca desconcierto entre los candidatos a presidir empresas públicas

Un notable desconcierto parece reinar en torno a los próximos nombramientos de presidentes de algunas de las principales empresas públicas del país, tras el encuentro mantenido este fin de semana entre el jefe del Gobierno, Felipe González, y varios ministros responsables del área económica.

Ninguno de los candidatos más citados se halla aparentemente capacitado para poder asegurar que su nombramiento es seguro. Como ejemplo se cita el caso de la Compañía Telefónica, para cuya presidencia se habló, inicialmente, de Miguel Muñiz; posteriormente, se dió como seguro a Luis Solana y, ahora,...

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Un notable desconcierto parece reinar en torno a los próximos nombramientos de presidentes de algunas de las principales empresas públicas del país, tras el encuentro mantenido este fin de semana entre el jefe del Gobierno, Felipe González, y varios ministros responsables del área económica.

Ninguno de los candidatos más citados se halla aparentemente capacitado para poder asegurar que su nombramiento es seguro. Como ejemplo se cita el caso de la Compañía Telefónica, para cuya presidencia se habló, inicialmente, de Miguel Muñiz; posteriormente, se dió como seguro a Luis Solana y, ahora, suena el nombre de Antonio Santillana, miembro del PAD de Fernández Ordóñez, que continúa sin ver confirmada su presidencia del banco Exterior.Para presidir el Instituto Nacional de Industria -cargo del que podrían depender otros varios nombramientos en empresas públicas- se consideran descartados los nombres de Moya, Egocheaga y Espinosa de los Monteros, y se cree que Carlos Solchaga prepara el lanzamiento de un experto menos conocido. En Renfe, el nombre de López Ayuso, antiguo responsable de la división bancaria de Rumasa, parece haber perdido toda posibilidad, a causa de la oposición en el seno de UGT.

Tampoco se encuentra definitivamente confirmado que Manuel de Prado y Colón de Carvajal acabe ocupando la presidencia de la agencia Efe, pese a ser quien ha llegado a contar con más posibilidades. Campsa, Explosivos de Río Tinto, Iberia, Enasa y muchas otras grandes empresas registran, igualmente, no poco nerviosismo entre sus respectivos equipos dirigentes, debido a la incertidumbre reinante sobre quién ocupará, finalmente, el mando.

En medios de algunas de estas empresas se asegura que Alfonso Guerra ejerce un importante control sobre la lista de notables y expertos destinados a ocupar altos cargos. Pero también se destaca el peso que adquiere la opinión de la UGT a la hora de valorar la idoneidad de algunos candidatos.

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