Un nuevo alcalde

Continuidad, rigor, prudencia y moderación: así ha venido a definir con breves palabras su programa el nuevo alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall. En el momento de su elección, que lleva implícito el valor de haberla conseguido sin ningún voto en contra, lo que prestigia también a una oposición que no ha querido hacer gestos inútiles a tres meses de las elecciones municipales, la referencia a su personalidad y su programa se imponen.Pasqual Maragall es nieto del gran poeta Joan Maragall e hijo del ex director general de Cultura de la Generalitat, ahora senador, Jordi Maragall. En este sentid...

Continuidad, rigor, prudencia y moderación: así ha venido a definir con breves palabras su programa el nuevo alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall. En el momento de su elección, que lleva implícito el valor de haberla conseguido sin ningún voto en contra, lo que prestigia también a una oposición que no ha querido hacer gestos inútiles a tres meses de las elecciones municipales, la referencia a su personalidad y su programa se imponen.Pasqual Maragall es nieto del gran poeta Joan Maragall e hijo del ex director general de Cultura de la Generalitat, ahora senador, Jordi Maragall. En este sentido, llega a la alcaldía de Barcelona un miembro de una de las grandes familias catalanistas del siglo, como ha menudo ha sido norma en quienes han empuñado la vara de alcalde del Cap i Casal. Su prevista confrontación electoral con Ramón Trías Fargas -con una tradición familiar pública también muy relevante- habrá de ofrecer el máximo interés ciudadano. No deja de resultar apasionante seguir a lo largo del tiempo el curso familiar de la historia..

Por lo que al nuevo alcalde se refiere, su preparación personal no ofrece dudas. Se trata de un economista que amplió su formación en Estados Unidos y que en los últimos casi cuatro años ha impulsado una necesaria reforma administrativa y ha llevado la gerencia de la hacienda municipal en el consistorio barcelonés. No pueden adelantarse acontecimientos, pero a pesar de que su imagen pública no está todavía a la altura de algunos otros líderes políticos catalanes, Maragall llega a la alcaldía con experiencia, y tras haber realizado una acción no por discutida menos eficaz. Al menos en el aspecto de haber instaurado un cierto orden en un Ayuntamiento muy desorganizado. (...)

, 4 de diciembre