Tribuna:

Continúa la resistencia a la baja

Los mercados de acciones nacionales continúan resistiendo lo mejor que pueden el efecto combinado de una oferta creciente, y de una demanda, casi siempre institucional, que se muestra reservada, y que únicamente hace acto de presencia cuando la tragedia está a punto de producirse. A pesar de que el volumen de negocio en los corros se redujo sustancialmente en las reuniones de ayer, la demanda inicial resultaba insuficiente para contrarrestar el efecto de las órdenes vendedoras que generaban quienes buscan las realizaciones de beneficios inmediatas.En esta ocasión, hasta los valores bancarios s...

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Los mercados de acciones nacionales continúan resistiendo lo mejor que pueden el efecto combinado de una oferta creciente, y de una demanda, casi siempre institucional, que se muestra reservada, y que únicamente hace acto de presencia cuando la tragedia está a punto de producirse. A pesar de que el volumen de negocio en los corros se redujo sustancialmente en las reuniones de ayer, la demanda inicial resultaba insuficiente para contrarrestar el efecto de las órdenes vendedoras que generaban quienes buscan las realizaciones de beneficios inmediatas.En esta ocasión, hasta los valores bancarios se doblegaron ante el flujo de ventas, que resultaba netamente superior a las escasas ordenes de comapra que generaban los inversores privados. Sólo el índice general del mercado madrileño fue capaz de observar un nuevo avance en su posición. Los indicadores generales de los demás mercados observaban discretos repliegues, encabezando los deméritos el catalán, que presentaba una diferencia negativa de 53 centésimas.

Realmente nada había cambiado en profundidad dentro de la Bolsa barcelonesa, pero el panorama de sombrío aburrimiento y escasez de órdenes que determinaba la presión institucional sobre el mercado de Madrid, terminó por afectar los cimientos escasamente sólidos de las mejoras pretéritas. El arbitraje fue absolutamente incapaz de atajar las bajas de los valores eléctricos, cuyo índice particular perdía 1,15 puntos, al generarse las órdenes de compra en los últimos momentos de los corros y alzanzar proporciones que escasamente eran capaces de impedir bajas de consideración en la Bolsa madrileña.

Porque volvieron a ser las eléctricas quienes centraron la atención de los especialistas, quienes han venido depositando en ellas sus esperanzas de beneficios rápidos. Entre ellas, el protagonismo volvió a corresponder, en sentido negativo, a Iberduero, que sufrió un importante castigo a manos de diversos gestores de carteras, que se muestran más nerviosos de lo que sería lógico pensar. Esta reflexión viene: al hilo de que desde medios tradicionalmente bien relacionados con esta compañía eléctrica ha. comenzado a filtarse el convencimiento de que la sociedad puede proceder al pago de su dividendo a cuenta del pasado ejercicio, en forma similar, en cuanto a plazo e importe, a lo que ha sido habitual en ejercicios anteriores.

Otro punto de interés en las reuniones de ayer lo constituyó la readmisión a cotización oficial de Cementos Alba, tras la oferta pública de adquisición de sus acciones que realizaron sociedades vinculadas al grupo March. Su cotización en el mercado madrileño fue del 275%, setenta puntos por encima de su último precio bursátil oficial, y que se asemeja al de la oferta de compra cursada anteriormente.

En cuanto al grupo bancario, únicamente Bilbao y Vizcaya fueron capaces de ofrecer diferencias positivas en sus saldos, aunque prescindieron del compromiso de mejorar sus cotizaciones en el mercado de Madrid, donde únicamente el Hispano, en función a que es la entidad que presenta una cotización más baja de sus títulos, asumió el ridículo saldo vendedor de diez títulos y ofrecía un avance de tres enteros.

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