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Heather Mills,

una periodista de la agencia Press Associalion, ha sido la primera mujer que desde el final de la II Guerra Mundial consigue comprar una bebida alcohólica en la barra de El Vino, bar predilecto de los informadores londinenses y que se encuentra en plena Fleet Street, calle donde se editan la mayoría de los diarios nacionales británicos. Hasta ahora las mujeres podían entrar en el establecimiento pero no se les permitía solicitar bebidas en la barra ni tampoco consumirlas en la misma. Su único modo de "tomar una copa" en este bar era sentarse en una mesa y esperar a ser servidas. En estos 37 añ...

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una periodista de la agencia Press Associalion, ha sido la primera mujer que desde el final de la II Guerra Mundial consigue comprar una bebida alcohólica en la barra de El Vino, bar predilecto de los informadores londinenses y que se encuentra en plena Fleet Street, calle donde se editan la mayoría de los diarios nacionales británicos. Hasta ahora las mujeres podían entrar en el establecimiento pero no se les permitía solicitar bebidas en la barra ni tampoco consumirlas en la misma. Su único modo de "tomar una copa" en este bar era sentarse en una mesa y esperar a ser servidas. En estos 37 años así lo disponían las reglas del establecimiento y dos intentos legales de abolir esta discriminación resultaron infructuosos, a pesar de la igualdad ante la ley que para hombres y mujeres rige en el Reino Unido. Tras una campaña que ha durado dos años, el pasado lunes un juez dictaminó que las reglas de El Vino son discriminatorias para las mujeres y, por tanto, ilegales. De todos modos, después del triunfo de este tercer intento, el dueño del bar se negó a servir bebidas a dos. feministas y las invitó a abandonar el local, molesto por la ruptura de la tradición y argumentando que no tiene inconveniente en servir bebidas a mujeres "pero si me importa hacerlo a las que buscan follón o quieren levantar polémica feminista". Heather Mills, la primera en conseguir ser servida, pidió una botella de champán y dos copas y celebró la victoria de las mujeres con la esposa de un colega.

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