Cartas al director

Defensa de los gaiteros

El señor Félix de Azúa, el pasado 1 de octubre, se permitía incluirnos a los tañidores de gaita dentro de la herencia de la anterior dictadura. Larriento este desconocimiento por parte del señor anteriormente citado para con nuestro artesanal oficio, fruto de la ceguera a la hora de juzgar un pasado no muy agradable para nadie y, por supuesto, mucho menos para nuestra profesión.Ignora quizá el señor Félix que muchos gaiteros bastante conocidos se exiliaron en países latinoamericanos para huir de la represión y de la falta de salidas profesionales. E ignora también la lucha constante que hubo d...

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El señor Félix de Azúa, el pasado 1 de octubre, se permitía incluirnos a los tañidores de gaita dentro de la herencia de la anterior dictadura. Larriento este desconocimiento por parte del señor anteriormente citado para con nuestro artesanal oficio, fruto de la ceguera a la hora de juzgar un pasado no muy agradable para nadie y, por supuesto, mucho menos para nuestra profesión.Ignora quizá el señor Félix que muchos gaiteros bastante conocidos se exiliaron en países latinoamericanos para huir de la represión y de la falta de salidas profesionales. E ignora también la lucha constante que hubo de mantenerse durante los famosos cuarenta años para hacer frente a la concepción del folklore en aquella época. Y los esfuerzos que se tuvieron que hacer para mantener los colores de la bandera gallega (tradicionales en nuestra gaita), frente a los de la española que se nos trataba de imponer. Cierto es que algunos de los miembros de nuestra profesión entraron dentro de esa falsa concepción del folklore popular, pero, ¿qué hacer si ésa era la única manera de mantener alta la dignidad y de hacer pervivir nuestra música popular tradicional? / gaitero. (León).

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