Pérez-Llorca decide mantener la sesión negociadora con la CEE el próximo 26 de octubre, 48 horas antes del las elecciones

Sorpresa y un cierto desconcierto ha provocado en la Comunidad Económica Europea (CEE) la decisión del ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, de mantener la sesión de negociación inicialmente prevista para el próximo día 26 de octubre, 48 horas escasas antes de la celebración de las elecciones legislativas.Desde que se supo en Bruselas la convocatoria anticipada de elecciones, tanto medios españoles como comunitarios pusieron en duda el mantenimiento de esta reunión, que se celebraría pocas horas antes de la llamada jornada de reflexión pre voto. En medios comunitarios se exp...

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Sorpresa y un cierto desconcierto ha provocado en la Comunidad Económica Europea (CEE) la decisión del ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, de mantener la sesión de negociación inicialmente prevista para el próximo día 26 de octubre, 48 horas escasas antes de la celebración de las elecciones legislativas.Desde que se supo en Bruselas la convocatoria anticipada de elecciones, tanto medios españoles como comunitarios pusieron en duda el mantenimiento de esta reunión, que se celebraría pocas horas antes de la llamada jornada de reflexión pre voto. En medios comunitarios se expresó claramente este criterio e incluso se hizo llegar a Madrid, de forma indirecta, la opinión contraria a la celebración de la sesión ministerial.

La sorpresa llegó ayer por la tarde cuando el embajador español ante la CEE, Gabriel Ferrán, se entrevistó con su colega danés, presidente de turno del Correper (Comité de Representantes Permanentes de los diez) para transmitir la postura oficial del palacio de Santa Cruz: no hay razones para retrasar la sesión, y el titular de Asuntos Exteriores estará presente en Luxemburgo el próximo día 26, coincidiendo con la celebración del Consejo de Asuntos Exteriores de la CEE, para presidir normalmente la delegación española.

La decisión de mantener la fecha del encuentro hispano-comunitario fue conocida ayer mismo, incluso por los representantes españoles en Bruselas, puesto que a primera hora de la tarde la misión no pudo confirmar a este periódico si la reunión tendría lugar o no. EL PAIS pudo también constatar, en medios solventes de la Comisión Europea, que estaba "prácticamente excluida" la posibilidad de mantener la fecha, no sólo por las especiales circunstancias políticas españolas, sino también porque objetivamente no se comprendía el interés en mantenerla contra viento y marea, dado que no está previsto que se realice ningún avance notable en las negociaciones y su suspensión no causaría ningún perjuicio ni a España ni a los diez.

De acuerdo con los contactos mantenidos hasta ahora -y salvo que se produzca un verdadero milagro en la sesión de suplentes, prevista para el día 5 de octubre la sesión ministerial se dedicará al estudio de tres capítulos (unión aduanera, relaciones exteriores y CECA), sobre los que ya han existido negociaciones a nivel ministerial, sin ningún progreso sensible. El próximo día 26 sólo sería posible perfilar algunos acuerdos limitados.

Oficialmente, la Comisión Europea se limitó a afirmar que, puesto que la reunión estaba prevista en el calendario del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores comunitarios, y, puesto que España no había solicitado su aplazamiento, la reunión tendría lugar. El embajador danés comunicará hoy a sus colegas de los diez la posición del palacio de Santa Cruz, y los preparativos para la sesión de suplentes del día 5 y, para la ministerial del 26 seguirán en marcha.

Medios oficiosos próximos a la CEE no se recataron, sin embargo, de calificar la reunión de "pérdida de tiempo" y en manifestar su sorpresa. Tradicionalmente se estima que cuando un Gobierno está a punto de caer, la posición negociadora se debilita y se encuentra difícilmente en medida de aceptar o rechazar ofertas o propuestas de la parte contraria. Formalmente, este sentimiento no se traduce, puesto que un Gobierno democrático lo es hasta el último día o minuto de su mandato, pero en la práctica, la experiencia demuestra que veinticuatro horas antes de unas elecciones generales ningún, Gobierno firma acuerdos.

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