Tribuna:TEMAS PARA DEBATE / ELECCIONES ANTICIPADAS

¿A qué se juega?

La precipitación con que el Gobierno ha disuelto las Cortes ha sorprendido a quienes descontábamos que las elecciones serían anticipadas, pero ... no tanto. Yo temo que muchos españoles se pregunten qué gato encerrado en esa precipitación y lo hagan con alarma, precisamente cuando unas elecciones generales deberían celebrarse en un china de calma y de seguridad.¿Por qué no se ha postergado esta medida hasta la aprobación de los estatutos de autonomía que quedaban pendientes, cuando esa aprobación no iba a comportar dificultades al Gobierno? ¿Por qué no se ha elaborado previamente una le...

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La precipitación con que el Gobierno ha disuelto las Cortes ha sorprendido a quienes descontábamos que las elecciones serían anticipadas, pero ... no tanto. Yo temo que muchos españoles se pregunten qué gato encerrado en esa precipitación y lo hagan con alarma, precisamente cuando unas elecciones generales deberían celebrarse en un china de calma y de seguridad.¿Por qué no se ha postergado esta medida hasta la aprobación de los estatutos de autonomía que quedaban pendientes, cuando esa aprobación no iba a comportar dificultades al Gobierno? ¿Por qué no se ha elaborado previamente una ley electoral, cuando parece dudosa la constitucionalidad para estas elecciones del decreto ley que sirvió en las de 1977 y 1979?

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Y por otra parte, ¿cómo compatibilizar el período de propaganda electoral con la gira que el Papa se propone hacer por España? ¿Quién puede negar seriamente que esa gira influencie de un mudo u otro (yo no prejuzgo el sentido) el resultado elecciones?

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Esta visita que normalmente no hubiera generado en nuestro país ningún problema Político, que todos los partidos hemos considerado con respeto, en plena campaña electoral se transforma en algo que puede ser contraproducente y cuya oportunidad crea una división de opiniones incluso entre, los mismos cristianos. ¿Cómo ha podido ser irresponsable hasta ese punto el Gobierno no aplazándola previamente?

¿A qué juega el señor Calvo Sotelo? ¿A qué juega (hay que preguntarselo también) el señor Lavilla, investido de plenos poderes por el órgano dirigente de su partido?

Si lo que han pensado es que disolviendo, trayendo al Papa y con radiotelevisión en las manos UCD puede recuperarse y ganar las elecciones, como parece desprenderse del discurso televisado del señor Calvo Sotelo, primer acto de la campaña electoral, el fiasco puede ser inmenso. Porque un amplio sector de la ciudadanía española va a considerar la disolución, en estas condiciones, como el acta de inanidad, de agotamiento definitivo de UCD y como el fracaso no sólo del señor Calvo Sotelo shio también del señor Lavilla.

A no ser que un cierto sector de la derecha española piense que endosar a un futuro Gobierno, con participación dominante del PSOE, las dificultades de la crisis económica, la liquidación del 23-F con todos los problemas que hay detrás, la limitación de las autonomías, etcétera, sea la mejor manera de hacer abortar en España una solución de izquierdas y de preparar a plazo relativamente breve el retorno al poder de la derecha pura y dura, incluso por vías electorales.

Maniobras de la derecha

En todo caso, algo huele mal en este juego que trata de llevarnos a una bipolarización que, en definitiva, no persigue un juego de alternativas sino la preparación de un terreno más favorable para la entronización de la derecha. El partido comunista había hecho proposiciones constructivas para conducir el plazo constitucional de vida de las Cortes a su término y celebrar las elecciones generales en una situación de mayor clarificación política. No hemos sido escuchados.Por nuestra parte, estamos preparados para comparecer en octubre ante los electores con un programa orientado a la creación de la democracia avanzada que prevé el preámbulo de la Constitución, a que la crisis económica no sea resulta sobre las espaldas de los trabajadores y se aborde seriamente el del paro, la mejora de las condiciones de vida de la tercera edad, el desarrollo de las libertades civiles y la afirmación de que la soberanía nacional reside en el pueblo.

Santiago Carrillo es secretario general del Partido Comunista de España.

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