Francisco Limousin, liberado a los 35 días de su secuestro

Francisco Limousin, de veintisiete años, secuestrado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas el pasado 10 de julio en Tolosa (Guipúzcoa), fue liberado ayer, cerca de Zarauz, tras hacer efectivo su familia un rescate que se cree que ha rondado los quince millones de pesetas. "Han sido 35 días que no quiero recordar", declaró a EL PAIS, "aunque sé que siempre los tendré en la memoria".A las 8.30 de ayer, los secuestradores abandonaron a Francisco atado a un árbol, con las esposas puestas y las llaves colgadas de una rama. Tres horas más tarde, un guarda forestal le liberó y le acompañó hasta...

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Francisco Limousin, de veintisiete años, secuestrado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas el pasado 10 de julio en Tolosa (Guipúzcoa), fue liberado ayer, cerca de Zarauz, tras hacer efectivo su familia un rescate que se cree que ha rondado los quince millones de pesetas. "Han sido 35 días que no quiero recordar", declaró a EL PAIS, "aunque sé que siempre los tendré en la memoria".A las 8.30 de ayer, los secuestradores abandonaron a Francisco atado a un árbol, con las esposas puestas y las llaves colgadas de una rama. Tres horas más tarde, un guarda forestal le liberó y le acompañó hasta cerca de Zarauz. En esta localidad se presentó en el puesto de la Cruz Roja y -sin querer comer nada ni someterse a un reconocimiento, médico- pidió que le trasladaran a su domicilio de Tolosa.

"Las escenas de la llegada fueron indescriptibles", declaró el chófer de la ambulancia, "momentos francamente emotivos. Francisco lloró un poco, especialmente al abrazar a su madre y cuando le subieron a ver a su abuela".

El joven secuestrado estuvo recluido en un piso del 19 de julio al 4 de agosto. "Este fue el día que peor lo pasé", asegura, "porque pensé que me iban a liberar". Sin embargo, fue trasladado a un pinar en el que había una tienda de campaña, de la que sólo pudo salir una hora diaria para pasear un poco. "No he pasado frío y las comidas estaban bien condimentadas", dice, aunque "han sido días angustiosos, en los que sólo podía leer libros y hacer solitarios con una baraja. Creo que en estos días he leído más que en toda mi vida".

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