Eanes se enfrenta a Pinto Balsemao por la clausura de la agencia Anop

El tema de la clausura de la Agencia de Noticias Portuguesa (Anop, estatal) ha servido de pretexto, el pasado fin de semana, a una guerra de comunicados entre la presidencia de la República y la presidencia del Consejo de Ministros.En una nota oficial divulgada después de la entrevista habitual de los viernes entre el presidente Ramalho Eanes y el primer mínistro, Francisco Pinto Balsemáo, la jefatura del Estado anunciaba que el jefe del Gobierno había dado garantías de que serían respetados los trámites legales obligatorios en caso de liquidación de una empresa pública. Además, la comu...

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El tema de la clausura de la Agencia de Noticias Portuguesa (Anop, estatal) ha servido de pretexto, el pasado fin de semana, a una guerra de comunicados entre la presidencia de la República y la presidencia del Consejo de Ministros.En una nota oficial divulgada después de la entrevista habitual de los viernes entre el presidente Ramalho Eanes y el primer mínistro, Francisco Pinto Balsemáo, la jefatura del Estado anunciaba que el jefe del Gobierno había dado garantías de que serían respetados los trámites legales obligatorios en caso de liquidación de una empresa pública. Además, la comunicación del palacio de Belem afirmaba que ni el Gobierno ni nadie en su nombre había tomado iniciativa alguna paira crear una nueva agencia.

Estas garantías del más alto representante del Estado hubiesen tranquilizado a los 253 trabajadores de Anop, en lucha por la defensa de sus puestos de trabajo, si no hubiesen entrado en flagrante contradicción con lás resoluciones de la última reunión del Consejo de Ministros, divulgadas casi simultáneamente.

El Gobierno anunciaba el corte de los subsidios presupuestarios a Anop, con la entrega de unos 45 millones de pesetas, destinados a hacer frente a "todos las responsabilidades financieras de la agencia a la fecha del 30 de agosto de 1982".

La contradicción era asumida, horas después, por el Gobierno, afirmando que se reservaba él derecho de disponer libremente de los dineros dedicados, en el presupuesto del Estado, al sector público de la comunicación social.

Más aún, como el presidente Eanes había advertido su determinación de hacer respetar las normas legales del Estado de derecho, el primer ministro le recordaba, a su vez, que el primer deber de los dirigentes democráticos es el de respetar las competencias y poderes de los órganos legítimos del Estado.

Jamás la guerrilla institucional, en curso en Portugal desde la elección del general Eanes para un segundo mandato, en diciembre de 1980, había alcanzado un grado de virulencia tan elevado como ahora, y el enfrentamiento toma cariz de reto final: Eanes está a punto de promulgar la nueva Constitución y decidir si mantiene o no el actual Gobierno en funciones.

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