Tribuna:

Final con más pena que gloria

Terminó la semana en la Bolsa de Madrid con más pena que gloria. El índice general continuó su descenso, al parecer inexorable, para acabar cerrando a 88,38, con lo que registra una pérdida en la semana de 3,72 puntos. Aunque nunca es un factor a desechar, la política parece que no tuvo mucho que ver con la marcha del mercado, a no ser por la ausencia de noticias y rumores durante toda la semana. Y si el silencio de los grupos políticos no hubiese sido bastante para crear un cierto desasosiego, lo poco que llegó confirmaba la consolidación del centro izquierda, y no es esto precisamente lo que...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Terminó la semana en la Bolsa de Madrid con más pena que gloria. El índice general continuó su descenso, al parecer inexorable, para acabar cerrando a 88,38, con lo que registra una pérdida en la semana de 3,72 puntos. Aunque nunca es un factor a desechar, la política parece que no tuvo mucho que ver con la marcha del mercado, a no ser por la ausencia de noticias y rumores durante toda la semana. Y si el silencio de los grupos políticos no hubiese sido bastante para crear un cierto desasosiego, lo poco que llegó confirmaba la consolidación del centro izquierda, y no es esto precisamente lo que más gusta escuchar a la mayoría de los asiduos del parqué.Como en las sesiones anteriores, el grupo de los bancos, y en especial el de los siete grandes, llevó la batuta de este triste concierto, aunque al final, en lugar del típico crescendo, nos obsequió con un lento, más del agrado del escaso público. En esta ocasión el saldo de títulos a la venta para los siete grandes fue algo menos de la mitad que el día anterior, y con 221.000 títulos pintaron una ligera sonrisa en las aburridas caras de los que gustan ser los primeros en leer los datos de la pantalla. Banesto y Santander mejoraron con mucho sus saldos respectivos, repitiendo cambio el primero y siguiendo el Santander su descenso con el mismo ritmo de toda la semana. El Popular aprovechó el poco papel que tenía para concederse un respiro y subir dos enteros, con los que parece haber conjurado el maleficio del 200%. El resto de los grandes repitió, más o menos, la actuación de días anteriores.

Del sector eléctrico hay muy poco que decir, salvo que siguió resistiendo mejor o peor y terminó la semana con recortes no demasiado serios, si los comparamos, como parece inevitable que hay que hacer en esta ocasión, con los sufridos por los grandes protagonistas, que fueron, como tantas veces, los grandes de la banca española.

Del resto de los grupos no podemos decir casi nada, salvo señalar lo bien que han aguantado el empujón que bancos y monopolios le propinaron al mercado. Telefónica ayer hizo lo que se esperaba de ella, o sea, repetir, con lo que contribuyó no poco a dar sensación de resistencia.

Se hizo notar en la sesión de ayer el hecho de que algunos clásicos del mercado no cotizasen, achacándose esto a la falta de papel más que a cualquier otra ausencia; con lo que se confirma la opinión de que estos valores han llegado a un nivel de cotización en el que se mueven con una cierta comodidad, y podría ser éste un campo adecuado para intentar, más que dar la batalla, alguna escaramuza.

En el grupo de construcción hay que destacar la fuerza que mostraron las compañías de cementos encabezadas por ASLAND, que en las últimas sesiones recuperó el terreno perdido y se encontraba aún con fuerzas para encarar con optimismo la semana próxima. No se puede decir lo mismo del resto del grupo de constructoras, que mantuvo una postura bastante débil, siendo el caso de Dragados un buen ejemplo, a pesar de que ayer fue de los que mostraron una cierta resistencia.

La bolsa, en fin, se movió esta semana por sus propios medios, que fueron mínimos, acusando la pereza y somnolencia propias de la estación. Fue languideciendo de día en día y al final se salvó por poco de igualar el mínimo del año, hacia el que la empujaban los catastrofistas. Veremos a la semana que viene.

Archivado En