El Parlamento portugués aprueba el nuevo texto de la Constitución

La Asamblea de la República portuguesa aprobó ayer el texto reformado de la Constitución con los votos en contra de los diputados del partido comunista. En el recuento final, con catorce diputados ausentes, el nuevo texto constitucional obtuvo 195 votos a favor, cuarenta en contra y una abstención.El texto de la nueva Constitución necesitaba el visto bueno de, al menos, 196 diputados, es decir los dos tercios de los 250 miembros de la Asamblea.

El Parlamento unicameral de Portugal se había encerrado ayer en la Asamblea para dar su aprobación final al texto de la nueva Constitución d...

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La Asamblea de la República portuguesa aprobó ayer el texto reformado de la Constitución con los votos en contra de los diputados del partido comunista. En el recuento final, con catorce diputados ausentes, el nuevo texto constitucional obtuvo 195 votos a favor, cuarenta en contra y una abstención.El texto de la nueva Constitución necesitaba el visto bueno de, al menos, 196 diputados, es decir los dos tercios de los 250 miembros de la Asamblea.

El Parlamento unicameral de Portugal se había encerrado ayer en la Asamblea para dar su aprobación final al texto de la nueva Constitución del país, resultante de la reforma efectuada al elaborado en 1976, todavía al calor del período radical-izquierdista de la revolución de los claveles.

La mayoría de centroderechistas de la mayoría gubernamental y socialistas han funcionado como una apisonadora en las votaciones, reuniendo más de los dos tercios necesarios para la aprobación de los textos puestos a votación.

El consenso entre las dos fuerzas mayoritarias ha sido tan eficaz que el texto de la nueva Constitución quedó aprobado ayer, veinticuatro horas antes de lo previsto.

Los 250 diputados iniciaron la sesión a mediodía de ayer, una hora más tarde de lo previsto y, aunque poco después aplazaron los debates para comer, a media tarde ya se habían aprobado todas las disposiciones finales y transitorias del nuevo texto constitucional.

En los pasillos de la Asamblea se daba por seguro que la votación global final del nuevo texto de la Constitución sería en la misma noche de ayer. Estaba previsto que el Pleno, convocado con el único propósito de aprobar el texto constitucional, terminara hoy por la noche.

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Aunque los votos para el visto bueno fueron en todo momento suficientes, parte de los socialistas los emitieron a regañadientes.

Su resistencia se debía al desacuerdo en el reparto que, en el nuevo texto, se hace de los amplios poderes políticos del Consejo de la Revolución, que desaparece en la nueva Constitución.

De los 66 diputados socialistas, 34 han tenido que hacer de tripas corazón para votar de acuerdo con los deseos expresados por Mario Soares, el secretario general del partido.

Su postura, además, refleja un conflicto de fidelidades entre los órganos dirigentes del partido y el presidente de la República, general Antonio Ramalho Eanes, con el que habían llegado a un amplio pacto político para apoyar su candidatura a la reelección de la Jefatura del Estado.

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