CIENCIA

Banco de esperma con fines elitistas

Tres años después de haber fundado un banco de esperma que se nutre de premios Nobel y hombres de ciencia con la esperanza de concebir niños superdotados, un hombre de negocios californiano quiere ahora reclutar atletas."Los atletas son gente de gran clase. Creo que la mayoría de ellos tiene una inteligencia por encima de la media", ha declarado Robert Graham, de 75 años, fundador de este banco de esperma, instalado en su suntuosa propiedad de Escondido, en San Diego (California).

"Reconozco que tengo una concepción elitista del mundo. Pero lo que estamos intentando es producir ciud...

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Tres años después de haber fundado un banco de esperma que se nutre de premios Nobel y hombres de ciencia con la esperanza de concebir niños superdotados, un hombre de negocios californiano quiere ahora reclutar atletas."Los atletas son gente de gran clase. Creo que la mayoría de ellos tiene una inteligencia por encima de la media", ha declarado Robert Graham, de 75 años, fundador de este banco de esperma, instalado en su suntuosa propiedad de Escondido, en San Diego (California).

"Reconozco que tengo una concepción elitista del mundo. Pero lo que estamos intentando es producir ciudadanos de gran utilidad", añadió Graham, que ha hecho fortuna al inventar cristales de plástico irrompible para gafas.

Victoria, primer bebé del banco de esperma de Escondido, nacida en abril pasado, ha sido concebida a partir del esperma de un eminente matemático cuya identidad se mantiene en secreto. Los problemas han surgido al hacerse pública la personalidad de la madre, Joyce Kowalski, de 39 años, que, según revela el Chicago Tribune, ha estado en la cárcel y perdió la tutela de sus hijos al haberlos maltratado.

El nacimiento de un segundo bebé es esperado el próximo mes en Los Angeles, donde, según el Sunday Times, de Londres, una soltera de cuarenta años, Afton Blake, psicóloga y criadora de galgos árabes, ha recurrido a los servicios del banco de esperma. Graham, sin embargo, había insistido en que los donantes y los receptores, cuyo coeficiente intelectual se exige que sea muy elevado, estaban todos casados.

En los ambientes científicos americanos se ha acogido con gran escepticismo la iniciativa de Graham, que, según ellos, hace renacer la vieja idea de la raza superior. Graham, que afirma tener en una caja fuerte de su propiedad el esperma de unos veinte hombres de ciencia, se defiende de la acusación de querer crear una especie de elitismo racial, tal como había soñado el régimen nazi, diciendo: "No conozco gran cosa de Hitler y de su visión. Mi lema es muy sencillo: cuanto más inteligente eres, más obligado estás a tener hijos".

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