La reforma constitucional portuguesa pone fin al Consejo de la Revolución

El parlamento portugués aprobó ayer la extinción del Consejo de la Revolución. 188 diputados de Alianza Democrática, del Partido Socialista y de Acción Socialdemócrata Independiente, votaron la nueva redacción del artículo 113 de la Constitución portuguesa que elimina el Consejo de la Revolución de la estructura constitucional portuguesa.

Otros 41 diputados comunistas y de la ultraizquierda votaron en contra. Los cuatro socialistas de izquierda se abstuvieron.

La disolución del Consejo de la Revolución estaba prevista en la Constitución de 1976 y es unánimemente aceptada por ...

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El parlamento portugués aprobó ayer la extinción del Consejo de la Revolución. 188 diputados de Alianza Democrática, del Partido Socialista y de Acción Socialdemócrata Independiente, votaron la nueva redacción del artículo 113 de la Constitución portuguesa que elimina el Consejo de la Revolución de la estructura constitucional portuguesa.

Otros 41 diputados comunistas y de la ultraizquierda votaron en contra. Los cuatro socialistas de izquierda se abstuvieron.

La disolución del Consejo de la Revolución estaba prevista en la Constitución de 1976 y es unánimemente aceptada por los diecinueve consejeros de este organismo.

En cambio, un nuevo acuerdo parlamentario anunciado ayer entre Alianza Democrática y el Partido Socialista, ha provocado una profunda crisis en el grupo parlamentario de este último y puede suscitar la inmediata dimisión del Consejo de la Revolución, cuyas funciones habrían de permanecer vigentes hasta octubre.

Este acuerdo prevé la promulgación de la ley de Revisión Constitucional por el presidente de la República, general Ramalho Eanes, antes del 15 de septiembre próximo y el cese, en esta fecha, de todos los poderes atribuídos al Consejo de la Revolución.

La Constitución, en cambio, no entraría en vigor antes del 15 de octubre y durante este intervalo, el jefe del Estado asumiría los poderes de control de la constitucionalidad de las leyes, que hasta ahora asumía el Consejo.

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Por su parte, el parlamento se arrogaría la capacidad legislativa en todo lo relativo a la materia militar, una de las atribuciones del Consejo de la Revolución.

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