Reportaje:

Galicia, ejemplo de despojo de una región subdesarrollada

Toda Galicia, o su mayor parte, es verde. Pero en su inmensa mayoría es un verde- engañoso, es un verde debido a la extensión de una planta llamada tojo, que hoy ya no, pero antes servía tanto de alimento para el ganado como de lumbre para el hogar o de modesto colchón para hombres y animales.Pese a la estrechez y poca extensión de la tierra cultivable, en Galicia se alcanzan las más altas producciones por hectárea de toda España. Lo que sucede es que, al estar superpoblada, sus rendimientos (productividad) per cápita decrecen enormemente. Galicia está cultivada, dentro de los límites humanos,...

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Toda Galicia, o su mayor parte, es verde. Pero en su inmensa mayoría es un verde- engañoso, es un verde debido a la extensión de una planta llamada tojo, que hoy ya no, pero antes servía tanto de alimento para el ganado como de lumbre para el hogar o de modesto colchón para hombres y animales.Pese a la estrechez y poca extensión de la tierra cultivable, en Galicia se alcanzan las más altas producciones por hectárea de toda España. Lo que sucede es que, al estar superpoblada, sus rendimientos (productividad) per cápita decrecen enormemente. Galicia está cultivada, dentro de los límites humanos, al máximo, y tan sólo la terrible presión demográfica hace que -por cabeza- sus rendimientos agropecuarios arrojen índices bajos.

En consecuencia, ¿qué es lo idóneo para Galicia?. Algo muy simple y a la vez sumamente complicado, consistente en dotar a la región galaica de aquel tipo de industrias agropecuarias y pesqueras para las, que está excepcionalmente dotada.

En esencia, todo lo contrario de lo que está haciendo en la actualidad, y desde hace lustros, la región gallega.

Persona tan poco sospechosa como José Luis Fernández -ejecutivo de la patronal eléctrica UNESA y jefe del Servicio de Estudios de la Caja Rural de Orense- me confesaba en una entrevista: "Galicia necesita una industria derivada de sus muchas riquezas naturales. ¿Qué narices pintan las celulosas o Alúmina-Aluminio en nuestras tierras?". Y me añadía: "En vez de sembrar coles hay que sembrar ostras, cosa que ya ha empezado".

Mas en Galicia se está haciendo todo lo contrario, Tienden a ubicarse en ella grandes centrales eléctricas (cuando Galicia exporta energía a toda España), mientras en ella no se implantan industrias, o tiene que soportar que, como región dependiente, se ubiquen industrias altamente contaminantes y primarias, que rechazan todas las regiones desarrolladas (sirvan de ejemplo Alúmina-Aluminio, As Pontes de García Rodríguez, las papeleras de la ría de Pontevedra, etcétera).

Silencio, se rueda

Hace pocos años, en 1978, el Banco de Bilbao de siempre preocupado por la economía regional de España, encargó un amplísimo estudio sobre la realidad gallega. Nada nuevo en la filosofía del banco, por cuanto ha dedicado amplios números -libros- monográficos a la mayor parte de las regiones españolas, y aun a comarcas (a El Bierzo, por ejemplo), pero......La obra más ambiciosa en el tema regional emprendida por el banco se centró en Galicia. Bajo la batuta de J. A. Durán, más de una veintena de economistas, catedráticos, especialistas de la realidad gallega, llevaron a cabo una magna obra que se denominó Galicia: Realidad económica y conflicto social.

Esa magna obra fue quemada, como si viviéramos en la mejor época de la Inquisición y la caza de brujas. Resultó, al parecer, demasiado demoledora, demasiado clara de la realidad gallega. Jamás fue distribuida, sino incinerada.

El libro lo abarca todo: problema agrario, los temas pesquero y marisquero, el problema industrial y la cuestión de los recursos financieros, etcétera.

Creo tener una amplia bibliografía regional y también de Galicia, pero nunca me he encontrado -restando quizá los casos de Euskadi, Cataluña y Andalucía- con una obra más completa que la que acabo de reseñar.

Dependiente y subsirviente

No voy a hacer un análisis de la obra -aunque lo merecería-, sino tan sólo a poner de relieve un aspecto de la misma: el que hace referencia a que. Galicia ha sido condenada por los centros de decisión del poder económico en España y por sus propias y aliadas oligarquías y caciquismos regionales, a seguir siendo una nacionalidad dependiente y servil, vasalla.Sin referirme a esta obra, que es anterior en el tiempo al hecho que voy a narrar, he de poner de relieve que en la comarca de Xinzo de Limia puedeque se encuentre una de las reservas de lignito más importantes de España, lo cual daría lugar al establecimiento de una o más centrales termoeléctricas de las mayores de la nación. Pero, ¿a cambio de qué? ¿De seguir vendiendo la primogenitura energética por el plato de lentejas del Fondo de Compensación Interterritorial o del canon de la energía?

Si algo le sobra a Galicia es energía. Abastece ella sola a media España (y a casi toda, unida a Castilla-León). Por tanto, lo que precisa es que una -parte sustancial de esa energíaque produce en su suelo se invierta, es decir, se aplique y transfiorme en industrias que se establezcan en su territorio, en tierras galaicas, y no que se siga exportando al resto de la Península. La central de As Pontes -como si sale el de Xinzo de Limia- "contribuirá así", señala Camilo Nogueira en el libro citado, "a reproducir el papel de Galicia como exportadora de energía, sin la contrapartida de la industrialización creadora de puestos de trabajo suficientes en la propia región".

Podría multiplicar mil ejemplos en el mismo sentido y que hoy se encuentran dentro de la denuncia de los cantares populares, desde que Galicia, gracias a FENOSA, anegara sus valles más ubérrimos para convertirlos en saltos de agua: Primeiro, Porto Marín, De pois, Castrelo do Miño, As Meira mas, As Encrobas..., que canta el grupo Fuxan os Ventos.

Pero no es preciso ser excesivamente prolijo en este tema: se está arruinando Galicia. Primero, las papeleras de la ría de Pontevedra, que acaban con el marisco; luego Alúmina-Aluminio, que contamina los pastos y hace huir a los hómbres; ahora, As Pontes; mañana, Xinzo de Limia...

¿Qué va a hacer, si va a hacer algo, la Junta de Galicia ante esta expoliación del patrimonio natural de Galicia? Ya sobran las buenas palabras y lo que faltan son hechos.

Galicia no tiene vocación de ser una región industrializada a la vieja usanza ni receptora de las industrias contaminantes que nadie desea. Galicia, como Dinamarca -por vía de ejemplo-, puede ser una sociedad absolutamente próspera tan sólo con darle la industria transformadora que su propia naturaleza demanda: agropecuaria, pesquera y maderera. Bien que ayude por solidaridad al resto de las regiones siguiendo en su camino de ser exportadora de energía eléctrica, pero esa no es ni su unica vocación ni su destino.

Sólo falta que en Galicia se ubiquen mañana centrales de misiles nucleares. Todo es posible mientras las más altas magistraturas del Estado sigan veraneando en Ribadeo.

Productora de electricidad

Pero a Galicia se le ha asignado un rol, un papel, dentro de la sociedad española, y ella acaso lo reciba con mayor resignación que otras regiones dependientes del Gobierno de Madrid.Después de la guerra civil española, la construcción de los saltos hidráulicos en los ríos gallegos supuso una contribución decisiva en la industrialización española. En 1941, la potencia hidroeléctrica instalada en Galicia no pasaba de los 35.000 kilovatios/hora. Durante estosis años, la producción hidroeléctrica gallega fue dedicada casi básicamente a la exportación (de 1958 a 1962 se exportó el 75% de su producción).

"En la explotación de los ríos gallegos", dice Camilo Nogueira, "hubo una división de funciones entre Saltos del Sil y Moncabril, por una'parte, compañías que aprovecharon las cuencas orientales de la provincia de Orense, remitiendo íntegramente su producción a los mercados del resto de España, y FENOSA, por otra parte, presente en el resto de Galicia, atendierido preferentemente a los mercados de consumo gallegos".

"Esta función de Galicia como suministradora de energía eléctrica continúa hasta hoy, existiendo una capacidad de exportación que en valores absolutos dobla la correspondiente a 1962, que supone prácticamente el 50% de la capacidad de producción gallega, y será reproducida en los próximos años en unos niveles de producción (cercanos en 1985 a los 30.000 millones de kilovatios/hora por año) y exportación tres veces superlores, al rematarse las centrales térmicas de Meirama (530 megavatios) y de As Pontes de García Rodríguez (1.400 megavatios), que explotan la riqueza gallega de lignitos, más ciertas centrales hidroeléctricas, eÍn el supuesto de que se lleve a cabo también la central nuclear de Xove (1.000 megavaties)".

"La explotación de la potencialidad energética de los ríos gallegos fue, pues, una de las bases de formación de los grupos financieros eléctricos españoles, y desde luego constituyó el cimiento de la formación del grupo Barrié de la Maza, a partir de las explotaciones eléctricas y del Banco Pastor."

"Desde el final de los años cincuenta y principios de los años sesenta, se desarrolló el tercer periodo de industrialización de Galicia, coincidente, por otra parte, con la época de mayor intensidad migratoria de la historia de Galicia".

"El tipo de industrialización habida en Galicia en la década de los años sesenta, con industrias de enclave no integradas en la economía gallega, con relaciones interindustriales y ciclos productivos desarrollados fuera de Galicia, sin virtualizar en Galicia su capacidad potencial de creación de puestos de trabajo, cosa realizada en las zonas industrializadas del Estado, dan lugar en la época de inayor industrialización en la historia de la economía gallega a una pequeña creación de puestos de trabajo industriales (3.250 anuales, si exceptuamos la construcción) y a una enorme emigración, que constituyó la pérdida humana más intensa de la historia gallega".

"Es entonces cuando se produce la penetración en Galicia de diversos monopolios españoles y extranjeros, implantando industrias de en clave en busca de materias primas, localización portuaria adecuada o incluso condiciones sociales apropiadas en el interés del capital. Destaquemos a Aluminio de Galicia, extraordinario consumidor de energía eléctrica a bajo precio para producir únicamente lingotes de aluminio. Celulosas de Pontevedra, realizando una mínima transformación en pasta celulósica de la riqueza forestal gallega. Petroliber, única refinería española que no desarrolló ciclos productivos petroquímicos. ENDESA, que explota los ricos yacimientos de lignitos de As Pontes en una central térmica de 1.400 megavatios, contribuyendo así a reproducir el papel de Galicia como exportadora de energía sin la contrapartida de puestos de trabajo suficientes".

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