Manuel de Prado inició la investigación sobre las comisiones de Boeing

El embajador Manuel Prado y Colón de Carvajal, que fue presidente de Iberia de 1976 a 1978, cinco años después de la compra de los 29 aviones Boeing 727 por Jesús Romeo Gorría, fue el iniciador de la investigación sobre las supuestas comisiones pagadas por la compañía norteamericana en España.El 2 de mayo de 1977, Manuel de Prado dirigió al entonces presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), Francisco Jiménez Torres, una carta en la que textualmente, entre otras cosas, le decía: "Me creo en el deber y la obligación, en defensa no sólo de los intereses sociales y empresariales de Ibe...

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El embajador Manuel Prado y Colón de Carvajal, que fue presidente de Iberia de 1976 a 1978, cinco años después de la compra de los 29 aviones Boeing 727 por Jesús Romeo Gorría, fue el iniciador de la investigación sobre las supuestas comisiones pagadas por la compañía norteamericana en España.El 2 de mayo de 1977, Manuel de Prado dirigió al entonces presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), Francisco Jiménez Torres, una carta en la que textualmente, entre otras cosas, le decía: "Me creo en el deber y la obligación, en defensa no sólo de los intereses sociales y empresariales de Iberia y de su imagen, sino de la lógica salvaguardia de la honorabilidad de las personas, solicitar, con carácter oficial, que se proceda a la apertura de una investigación total y profunda sobre el tema, recabando del Gobierno español que exija de las autoridades competentes americanas cuantos documentos puedan esclarecer los hechos".

El presidente del INI hizo llegar por la vía reglamentaria esta petición del entonces presidente de Iberia, Manuel de Prado, al fiscal general del Reino quien un mes después -el 7 de junio de 1977- se dirigió a la compañía aérea española para pedir documentos sobre el caso de los 29 aviones de Boeing 727 comprados en 1971. La documentación aportada por Manuel de Prado al fiscal general del Reino permitió descubrir el papel desempeñado por la empresa Tecnavia, de Fulgencio Amador, como representante legal en España de la Compañía Boeing y receptor de unas comisiones por valor 3,3 millones de dólares referidas a aquella operación.

Ante este descubrimiento, Iberia presentó una demanda de carácter civil contra Boeing ante el Tribunal norteamericano del distrito de Columbia. En el acto de conciliación previo a la causa, Ibería, el Export Import Bank, entidad financiadora de la operación de compra, y la Boeing llegaron a un acuerdo por el que la compañía norteamericana se comprometió a pagar a Iberia los 3,3 millones de dólares que había abonado a su representante legal en España en concepto de comisión.

El contrato de compra de los aviones estipulaba que no intervendría intermediario alguno sino que la Boeing reduciría el precio de venta en la cantidad previamente asignada al intermediario.

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